El templo expiatorio del Señor de Esquipulitas no solo es un sitio de profunda devoción para los habitantes del municipio de Moroleón, sino también un lugar con una conexión única con el hoy Papa León XIV, quien celebró ahí varias misas antes de ser elegido pontífice.
Así lo recuerda Ricardo Maganda Gómez, párroco del del Santuario del Señor de Esquipulitas. Con voz serena, relató que el entonces prior general de los agustinos visitó el recinto en al menos cuatro ocasiones; la última vez fue allá por el año 2012.
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“En varias de esas ocasiones, después de los capítulos provinciales, veníamos a dar gracias al Señor de Esquipulitas”, dijo Maganda. “Él presidió misas por vocaciones, por los difuntos, y por el cierre de estos ejercicios. Tenía un aprecio muy especial por este lugar”, refirió el párroco
Maganda Gómez explicó que, de acuerdo con las constituciones de la orden, el prior general debía estar presente en estos capítulos.
En su rol, el hoy Papa León XIV no solo asistió, sino que también convivió, dialogó y celebró en comunidad con los agustinos locales y con los fieles de Moroleón.
El sacerdote recordó que muchas personas de la ciudad conservan fotografías con el ahora Papa dentro del santuario, lo cual confirma su presencia y participación en estas ceremonias.
“No solo vino, presidió". Compartió.
"Caminó este templo que hoy es santuario con un corazón profundamente humano”, agregó.
Además de estas visitas, el templo fue también sede de la clausura de una reunión continental de la Orden de San Agustín en América Latina y el Caribe (OALA), otro momento que enmarca al Santuario del Señor de Esquipulitas como epicentro espiritual de eventos de gran relevancia para la comunidad agustiniana.
Para Moroleón, estos recuerdos refuerzan el vínculo entre su fe local y la historia reciente de la Iglesia católica.
Hoy, este santuario no es solo un espacio de oración, sino también un testigo silencioso de las huellas del pontífice que, antes de ser Papa, ya caminaba entre los fieles de Guanajuato.
