La homosexualidad no es gripa, ni se contagia ni se quita. Hay que desmitificarla.
Una de las tres constantes que el escritor Ramón Vallejo encontró en 66 entrevistas que realizó a hombres que aman a hombres es que siempre, desde que abrieron los ojos, siempre supieron que eran diferentes, que eran gays.
Todos ellos también padecieron un miedo internalizado y, muchos de ellos, acabaron viviendo sus vidas para encajar en los estereotipos, para ser aceptados e, incluso, no repudiados. Tuvieron novias, se casaron y hasta engendraron hijos con mujeres.
El próximo jueves 30 de mayo, el periodista y escritor Ramón Vallejo presentará su libro en la librería Gandhi (López Cotilla 1567). La cita es a las 17:30 horas. Más que hablar de las cuestiones editoriales, en esta ocasión quiere hablar del libro, de las experiencias que ahí se narran.
Desde que abrí los ojos es un libro de historias contadas en primera persona desde la riqueza de la vivencia. En el documento se comparten anécdotas de hombres, de cómo han vivido su experiencia homosexual desde el día uno. El autor hizo 66 entrevistas pero solo se incluyeron 22 en la edición.
La idea era retratar a estos hombres, lejos de los clichés, los prejuicios y los miedos impuestos por la sociedad, la televisión, el cine, la familia, la religión.
Las entrevistas fueron hechas a mexicanos mayores de edad de todos los sectores posibles: “Hombres de alto nivel educativo, con cero nivel educativo, hombres que viven todavía en su casa, que viven en el closet, que viven de manera aceptada y abierta, hombres con una carrera, hombres con ingresos económicos altos. Se trató de que fuera la mayor diversidad de varones en el espectro más amplio”, contó Vallejo, quien reconoció el trabajo de la coescritora del libro, Rayo Guzmán, que fue la encargada de novelar las historias que él recopiló durante ocho meses.
La idea original es de Vallejo. Su principal deseo antes de hacer este libro era derribar los prejuicios de la ignorancia y el miedo: “Hay construcciones sociales que llevan no solo a señalar sino a enjuiciar y a agredir lo que es diferente a mí. Cuando yo crecí con esta serie de prejuicios a mi alrededor, de que dios no quiere a los gays, la idea de que no dejes a los niños con gays, que vas a destruir a tu familia si les dices que eres gay. Que un gay siempre está atormentado y que vive en la soledad y es incapaz de mantener una relación de pareja, que los gays no tienen oportunidades en la vida, etc. Yo parto de la idea de desmitificar la homosexualidad”.
La idea principal del libro fue conocer lo que es la vivencia gay a partir de la diversidad de experiencias. Esa fue la idea principal: desmitificar desde el origen, desde la vivencia y no desde lo que ha aprendido la sociedad desde hace muchos años.
Durante la realización de este trabajo, el escritor se dio cuenta de que muchos hombres homosexuales se viven con odio de lo que son, porque toda la vida escucharon que es malo ser gay. Explicó que tienen miedo a las agresiones, incluso del núcleo familiar.
“Fue un proceso muy interesante. Hubo gente muy cerrada, gente muy abierta. Remarqué mi idea de que este tema se tiene que verbalizar, naturalizar visualizar. El heterosexual sí puede hablar de su experiencia emotiva y el homosexual no. Lo que me di cuenta después de haber hecho el libro y de leer los textos es que sí necesitamos naturalizarlo para derribar prejuicios”, insistió.
“Es muy importante que las familias hablen sobre el tema y si los padres no saben y tienen ignorancia y tienen prejuicios, creo que los hijos estamos obligados a educarlos para que esas ideas erróneas que tienen, sobre todo dramáticas y tristes, se hagan a un lado. Entonces me quedó muy claro que esto se tiene que seguir platicando desde la sala de una casa, hasta los medios de comunicación”.
Ramón Vallejo adelantó que en la presentación del próximo jueves estará también un abogado experto en derechos humanos con quien abordará temas de interés para la comunidad en general ya que, señaló: “Esto es un tema que no solo debe importarle a los homosexuales. Todas las personas se han sentido discriminadas alguna vez, unos por ser altos, gordos, flacos, morenos, pobres. Lo importante es entender que todos debemos respetarnos y si no te gusta o no estás de acuerdo con el otro, no tienes por qué ser agresivo”.
MC