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“Nos los entregaron en una caja, ya no los vimos”: Yolanda López

Conoce la historia de doña Yolanda, una poblana que a dos años de la pandemia, recuerda que perdió a cinco familiares por covid-19.

La muerte en soledad a causa de covid-19 de cinco familiares, el confinamiento y el haber padecido en carne propia el contagio del virus SARS-CoV-2, marcaron a Yolanda López Olivos, especialmente porque a consecuencia de las circunstancias no les pudo dar el acompañamiento habitual ni despedirse.

A un año de la partida de sus consanguíneos y a dos de la declaratoria de la pandemia en nuestro país, la comerciante aceptó hablar de esta experiencia que a nivel emocional y psicológica le sigue afectando.

“Nos los entregaron en una caja. Ya no los vimos”, remarcó.

De entrada reconoció que al conocer de los contagios de sus familiares tuvo que desechar la idea de que la pandemia era un mito. “Al principio no creíamos, pero ya con lo que nos pasó vimos que sí existía esa enfermedad”.

Asimismo, le orilló a reforzar sus medidas de prevención e higiene. Por ello lamentó que todavía exista gente que no se cuide, evite la sana distancia, omita la portación de cubreboca y la vacunación.

“Deben de cuidarse porque sí existe la enfermedad. Más que nada debemos de cuidarnos, debemos de protegernos y aquella gente que no cree seguramente es porque no lo ha vivido, no lo pasó, pero uno que ya lo vivió sí sentimos feo que siga pasando esto”.

Mientras contiene las lágrimas, narró que todos los que perecieron eran hermanos de su padre. “Una de 59 años, otra de 57, mi tío de 69, otro de 63”, dijo antes de cortar las palabras porque el llanto le ganó. Al reanudar omitió dar la edad de su último tío.

Eran originarios y residentes de la localidad de Santa Clara Ocoyucan. “Casi todos vivían juntos, muy cerca uno de otro”. Todos tuvieron descendientes.

Recordó que tras dar positivo a covid-19 tuvieron muchas complicaciones. Hasta donde tiene conocimiento, ninguno padecía otra enfermedad o cruzaba alguna comorbilidad.

En febrero hicieron el año de fallecidos. El último pereció el 5 de febrero de 2021.

Ellos, como un alto porcentaje de los mexicanos, carecían de seguro de gastos médicos. Por ese motivo fueron internados y atendidos en el Hospital General del Norte, donde a pesar de los esfuerzos del equipo médico ya no recuperaron la salud.

Ningún costo tuvo la atención y, posteriormente, ninguna autoridad les brindó asistencia para enterrar a sus familiares.

Reveló que como sus parientes, ella y su esposo, Aarón, también se infectaron del virus SARS-CoV-2.

“Una semana antes (de que le confirmaran que padecía covid-19) no probaba ningún sabor de los alimentos, a la siguiente semana empecé a sentir dolor de cabeza, escalofríos, dolor de huesos, resequedad en la boca. Después me afectó los riñones y tuve que ver al médico (...) a mi esposo sí le dio muy fuerte”, reveló.

Tras ser dados de alta, a su esposo le quedó como secuela una tos crónica. “Que se le vino a quitar como al medio año y a mí, la secuela, creo, fue lo de los riñones porque no padecía y nada más de que me dio esta enfermedad me empezaron a doler”.

Actualmente ya se sienten mejor físicamente y ambos están inoculados. “Ya tenemos las tres vacunas, ya nos sentimos bien”.

Para superar su duelo, ella solicitó asistencia. “Son mis tíos y duele que se hayan ido, que los hayamos perdido de esta enfermedad. Éramos muy unidos a ellos”.

Acotó que sus primos paulatinamente “van encontrando su tranquilidad. Nos dimos cuenta que no fueron los únicos que fallecieron sino que mucha gente falleció del pueblo, también”.

Doña Yolanda contó que aunque por parte de la familia de su esposo también se registraron contagios, por fortuna ninguna baja se registró. “Solo familiares míos”.

Tampoco sus hijos reportaron contagio, “más que mi esposo y yo, nos enfermamos. Como vamos y venimos del trabajo, en algún lugar nos contagiamos y no nos dimos cuenta, como nada más mi esposo y yo vivimos en la casa, no hay nadie más”.

Agregó que muchas veces ha pensado que ella fue la que se contagió, “como andaba en los entierros de mis tíos pues probablemente fue ahí donde me contagié y después contagié a mi esposo”.

Finalmente, expuso que esta experiencia, además de provocarle recordar a sus tíos constantemente, también le ha permitido ser más expresiva y cariñosa con el resto de sus parientes.

CHM

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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