La llegada de la primavera supone la entrada de una nueva estación en el hemisferio norte del globo terráqueo. Para muchas personas, sobre todo las allegadas a las tradiciones prehispánicas, supone una oportunidad de recargar energía y limpiarse de todo aquello que haga daño al alma y el cuerpo.
Por lo tanto, a primera hora de este 21 de marzo la Tierra comenzó a sentir los primeros pasos de los danzantes que ofrendaron un ritual a los cuatro puntos cardinales para celebrar la entrada del equinoccio, que marca el inicio de la estación de primavera, en el sitio arqueológico el Ixtépete, ubicado en Zapopan.
Durante el ritual los danzantes realizan movimientos representativos de la rotación y traslación de la tierra, así como de atracción y retracción de la luna y el sol.
"Tenemos como unos 25 o 30 años viniendo al Ixtépete a cargarnos de energía a saludar a nuestro padre astro, el Rey Sol y a festejar la vuelta a este año a cargarnos de energía, soltar las malas vibras y a darle gracias a nuestro Astro Rey, el Sol", menciona Luis Felipe, uno de los danzantes.
La ceremonia de equinoccio forma parte de una serie de festividades que se celebran desde los pueblos prehispánicos, solo se da una vez al año y este ritual reúne a grupos de personas que acuden a los sitios arqueológicos vestidos de color blanco para recargarse de la energía de los primeros rayos del Sol.
Carmen, otra de las asistentes, llegó acompañada de su amiga María Elena y por primera vez vivió la experiencia. Hoy ella madrugó, desde las seis y media de la mañana salió de su casa ubicada en la colonia Colinas de la Primavera, se realizó una limpieza espiritual y después subió hasta la pirámide donde ya se encontraban los danzantes.
"Vi cuando iba saliendo el sol, me encanta yo aprecio mucha esa imagen y luego empezó a llegar gente ya fui a hacerme mi limpia y la verdad es rico me encanta la naturaleza. Yo nunca había venido y es primera vez que vengo, mi amiguita ya ha venido y me invitó y la verdad me encanta me encanta todo esto", finalizó Carmen.
En México, diversos grupos de danzantes visitan los centros ceremoniales para recordar a los antepasados mexicas, quienes con los conocimientos de geometría y astrología avanzada lograron determinar que durante el equinoccio, que sucede cada 21 de marzo, el día y la noche tienen exactamente la misma duración, por lo que la tierra está en perfecto equilibrio.
OV