Los habitantes de la región Tula pareciera que se consideran inmunes al Covid-19, pues un gran número de personas sigue saliendo a las calles, esto un día después de que el subsecretario de Salud, Hugo López-Gattell, anunciara la ampliación del periodo de resguardo domiciliario a nivel nacional para evitar la propagación de dicho virus
En Tula de Allende la noche del lunes se efectuó la sanitización del primer cuadro de la ciudad y de las calles vecinas. Dicha labor la efectuó la empresa Sanitarios Villadonga, en apoyo al municipio para evitar contagios por Covid-19.
Sin embargo este martes las calles lucieron llenas de personas realizando sus actividades cotidianas, inclusive con niños acompañándolos. Desde temprana hora las calles de demarcaciones de la región se encontraban abarrotadas, como si se tratara de un día de normal y no un confinamiento domiciliario.
El panorama era de un día cualquiera de actividades, a pesar de que patrullas de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) municipal han solicitado a través de sus altavoces a los habitantes que permanezcan en sus viviendas, resguardándose ante la pandemia.
La misma situación se registró en Atitalaquia; una mujer con su bebé aguardaba en la plaza principal de un municipio, cerca de donde un grupo de hombres, algunos en bicicleta, platicaban con un lustrador de zapatos. Adultos, niños, jóvenes iban de un lugar a otro, algunos portaban cubrebocas, pero la gran mayoría no.
Un policía detenía continuamente el tránsito vehicular, que tampoco ha disminuido mucho, para dar el paso a los transeúntes.
Comprando junto a una tienda mayorista, en la parte posterior de la sucursal bancaria en el municipio de Tlaxcoapan se encontraban al menos 20 personas. Una banqueta de poco más de un metro y medio de ancho concentraba una multitud que solo caminaba por el lugar o estaban comprando verduras y otros productos.
Mientras tanto la oficial de tránsito en el sitio detenía la circulación para que una mujer que llevaba a un adulto mayor en silla de ruedas cruzara.
Una cuadra más adelante, afuera de la alcaldía de Tlaxcoapan y del cajero había muchas personas resguardándose del sol y otras aguardando su turno para entrar.
En Tlahuelilpan, aunque con menos puestos, se instaló el tianguis de los martes. Cientos de personas realizaban sus compras, se podía ver familias completas, incluso con niños pequeños en este tianguis, uno de los más tradicionales de la zona. Todos como si nada, como si toda la región fuera inmune al virus surgido en China y presente hoy día en todo el mundo.