La doctora Gabriela Salas Pérez se desempeña como médico internista nefróloga y como doctora en administración pública, contabiliza 26 años en el área de la salud del gobierno del estado.
“(El próximo 10 de mayo) No vamos a festejar nada. Creo que nuestro festejo es estar bien, estar vivos, poder disfrutar de nuestras familias, contar con la presencia de mi madre, que todavía está viva. Yo soy madre, tengo a mi cargo dos hijos todavía, que sacar adelante. Creo que festejos no, con que estemos bien, que estemos vivos, por el momento contar con salud es más que suficiente. Es ya un jubilo”.
Dice que todos debemos de estar conscientes de que se vive una contingencia sanitaria y como tal, hay que respetarla.
“Particularmente mi papel es apoyar porque para eso estoy contratada y además me gusta mi trabajo. Estoy ahorita en una situación laboral en la que estoy obligada y además moralmente así me corresponde, lo hago con mucho cariño para que las familias salgan adelante. Independientemente de que me dedico a la nefrología en todos sus aspectos, también apoyo al programa del covid-19 y eso me merece mucho respeto, mucha atención, no podemos equivocarnos porque sabemos que un error médico puede costarle la vida a un paciente, a una familia y a un entorno social”.
La médico internista nefróloga con más de dos décadas de experiencia en el área de la salud del gobierno del estado, realza que están dedicados de forma completa al programa de atención prioritaria por la emergencia sanitaria, “y tenemos que poner todo el día nuestro empeño, toda nuestra actitud, todo nuestro amor a la profesión y olvidarnos por un momento que somos madres, que tenemos también una madre a quien ver, a nuestros hijos y echarle todas las ganas a esto”.
Saldaña Pérez cuenta que a sus hijos, quienes son universitarios, los saluda de lejos, pero charla con ellos.
“Les platico cuando llego a casa y me he despojado de toda mi indumentaria de trabajo y ya tomé mis previsiones para evitar la infección con ellos, platicamos de cómo me fue en el día. Ellos están prácticamente encerrados todo el día, tomando clases en línea, intercambiamos opiniones de cómo nos está yendo, especialmente de lo pesado que es estar afuera y ellos, estar adentro. Para ninguna de las dos partes es fácil, y creo que esta misma dinámica se vive en todas las familias. La gente que está encerrada se desespera y la gente que estamos afuera, quisiéramos estar adentro, pero desafortunadamente cada uno tiene que cumplir con un papel”.
Añade que sus hijos conocen perfectamente el papel que debe de desempeñar un médico porque lo han vivido desde que son pequeños. “Saben que mamá tiene que estar trabajando porque así lo desea y porque le gusta su profesión y además saben que tienen que apoyar a mamá como yo los apoyo a ellos”.
A su mamá le manda un mensaje: “Que la amo, que quiero que esté bien y que ya habrá oportunidad de podernos abrazar, besar, de festejar, porque a las madres tenemos que festejarlas todos los días, porque no nada más es el diez de mayo el Día de la Madre, una madre es ser una mujer de tiempo completo, 24 del 7, 7 de 30 y de cada mes del año y de toda la vida”.
Por último, la doctora Gabriela Salas Pérez agregó: “Estando en el trabajo nos olvidamos un poquito de que somos madres, pero a esa madre que está por el momento encerrada en su casa cumpliendo con lo que tiene que cumplir, como una persona mayor, susceptible y vulnerable de poderse infectar si es que corre riesgo, si es que no se protege, pues ahorita le digo que lo está haciendo muy bien, que siga así, que se siga cuidando, que yo la sigo amando y que habrá oportunidad de podernos reunir todos para poder abrazarla, besarla y seguir agradeciendo todo lo que ella ha hecho por nosotros, por mí y por toda la gente que en su momento ella apoyó para seguir adelante”.
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