Pablo Vargas Mendoza, originario de Huaquechula, quien, a sus 30 años, decidió tomar un rumbo diferente y un giro a su vida, al irse de migrante a Estados Unidos, sin embargo, nunca regresó a su municipio, pues perdió la vida a causa del covid-19, el pasado mes de marzo del 2020.
Este 2 de noviembre Pablo Vargas contará con su monumental ofrenda, que es colocada por su hermana María Isabel Vargas, y su sobrino Carlos Ponce.
En entrevista la señora María Isabel Vargas Mendoza, compartió para Notivox Puebla, que nunca se imaginó que en este año colocaría una ofrenda para su hermano de quien recibió un apoyo incondicional.
“Mi hermano se fue a los 30 años a Estados Unidos para tener una mejor calidad de vida y que a nosotros no nos faltará nada, gracias a él mi hijo pudo estudiar y tener un mejor futuro, siempre nos mandó dinero para seguir adelante, esta casa se construyó con los recursos que mandaba”, señaló la entrevistada.
Con lágrimas en los ojos, destacó que es un sentimiento encontrado, debido a que es emocionante realizar los preparativos de los platillos que más le gustaban a su hermano como es el mole, tamales y las hojaldras.
Compartió que Pablo no se casó y tampoco tuvo hijos, por lo que todo el apoyo y amor fue para sus sobrinos y hermanos, por ello la pérdida es más dolorosa, toda vez que falleció lejos de su tierra.
Asimismo, narró que todos los días sostenían una conversación vía telefónica y a través de ella y sus sobrinos Pablo conocía lo que sucedía en su tierra.
Aseguró que la noticia fue terrible, al enterarse que su hermano había perdido la vida a causa del virus a los 60 años en el mes de marzo cuando la contingencia sanitaria estaba en la curva más alta en Estados Unidos.
“Se fue desde hace 30 años y no nos imaginamos que jamás lo ibas a ver, pues esta enfermedad nos quitó al mejor hermano, quien siempre estuvo pendiente de nosotros, sin duda lo vamos extrañar, porque fue un padre para mi hijo”, enfatizó la entrevistada.
En este contexto, agregó que cuando sus padres fallecieron fue doloroso, pero con la pérdida de su hermano, es un dolor que no se detiene, ya que dijo es algo que no se puede remediar.
Pablo Vargas, forma parte de la estadística de los migrantes, quienes murieron lejos de lugar en donde los vio crecer.
AFM