En medio de la pandemia por el covid-19 y siguiendo todos los protocolos sanitarios, la congregación religiosa los Legionarios de Cristo ordenaron a cuatro sacerdotes católicos y a un diácono en la Iglesia de San Agustín, en Polanco, Ciudad de México.
Luego de años de formación religiosa, Pablo Vivanco, César Fernández, Diego Trillas, Daniel Anselmo de Jesús y José Alfredo Rodríguez fueron consagrados a la vida religiosa ante el prelado de la Arquidiócesis de Tlalnepantla.
Durante el rito, los presbíteros se mostraron en momentos emocionados hasta las lágrimas, como en las bendiciones por parte de los clérigos, quienes brindaron su bendición poniendo sus manos sobre la cabeza de los neosacerdotes.
Como parte del rito de iniciación, los padres de los sacerdotes ayudaron a los obispos a ponerles su ajuar religioso, además acompañaron hasta el altar a sus hijos para recibir el sacramento, una vez terminado el rito, los papás de los clérigos recibieron la comunión de manos de los recién ordenados.
Al finalizar el rito de la comunión, los neosacerdotes tomaron asiento junto a los sacerdotes invitados, ahí agradecieron al monseñor José Antonio Fernández Hurtado por haberles conferido el ministerio de la palabra de Jesús.
"Pidan por nosotros, pero también nosotros estamos para servirlos" César Fernández; "hoy mi vida cambiará para siempre, después de que el Arzobispo nos nombre como sacerdote" Pablo Vivanco.
Por su parte, Diego Trillas anunció que su ministerio comenzaría en tierras yucatecas, asimismo agradeció a sus padres quienes le brindaron su apoyo durante su formación pastoral. Daniel Anselmo de Jesús, en portugués, dirigió su mensaje a sus compañeros y alumnos del seminario en Brasil donde labora como formador.
Al término de la ordenación, el arzobispo José Antonio Fernández Hurtado felicitó a los neosacerdotes que se harán cargo de las comunidades pastorales como "Verdaderos pastores y brinden la palabra del señor", señaló que están frente a un reto importante al ser el vínculo entre Dios y los fieles.
Estos clérigos harán frente al déficit de sacerdotes que ha dejado como resultado la pandemia por el covid-19, pues de acuerdo con el Centro Católico Multimedial, 226 sacerdotes, 12 diáconos y 5 obispos han perdido la vida a causa de esta enfermedad dejando el mismo número de comunidades pastorales en la orfandad.
Otro de los retos que tendrán que enfrentar son los señalamientos en contra de los Legionarios de Cristo, luego de que salieron a la luz casos de abuso sexual y pederastia por parte de miembros de esa congregación y tendrán como misión limpiar la imagen de la asociación religiosa ante la feligresía.
JLMR