Desde temprana hora, uno tras otro, ingresan y salen camiones recolectores de Tonalá y Guadalajara al Centro de Transferencia de residuos de Matatlán.
Los camiones llegan a dejar basura para después cargar más residuos y llevarlos al relleno sanitario de Picachos, que se encuentra a 50 kilómetros, pero con el tráfico de la ciudad y la velocidad a que la avanzan los camiones, esa distancia se traduce hasta a cuatro horas.
“La logística hasta Picachos es de tres horas para los carretones y para las góndolas es de 3 a 4 horas entonces se nos acumula la basura tanto en las colonias como aquí mismo”, dijo Andrés Gaona Ortega, encargado de los pepenadores de Matatlán.
De acuerdo con lo dicho con las autoridades municipales en días pasados, aún no se ha definido un lugar que pueda operar como relleno sanitario a largo plazo, en sustitución del vertedero Los Laureles y eso preocupa a los pepenadores de Matatlán.
Mientras tanto, los camiones recolectores deberán recorrer más de 50 kilómetros para depositar la basura en un relleno sanitario.
JMH