Andrés Roemer, curador y co-creador del Festival Internacional de Mentes Brillantes: La Ciudad de las Ideas, inauguró La Escuela de la Vida The School of Life en la Ciudad de México junto con el empresario Salvador Briman.
Roemer explicó que el propósito del proyecto es desarrollar la inteligencia emocional y ayudar a descifrar la vida en sí, contestando interrogantes sobre ¿cómo tratar a nuestras familias? ¿qué carrera es la más adecuada? ¿para qué sirve el dinero? ¿cómo se maneja la ansiedad? ¿qué hacer con el remordimiento y la vergüenza? ¿cómo lidiar con la enfermedad y el envejecimiento?
El curador subrayó que The School of Life es una iniciativa que nació en Londres con el filósofo Alain de Botton y que no se centra en explicar matemáticas, cómo volar un avión o cómo un cirujano debe operar; sino que le da espacio a esa área del conocimiento que siempre se deja que la gente la descifre por sí misma; la vida propia.
"Es una escuela de inteligencia emocional donde nunca se termina de aprender a través de herramientas divertidas. The School of Life es un espacio abierto para todo tipo de público, donde el único requerimiento es amar aprender, querer crecer, nunca dejar de cuestionarse, es para mentes creadoras y para despertar ese amor por el conocimiento, sobre todo el amor a la introspección, y conocerse a sí mismo. Convirtiendo así a La Ciudad de las Ideas, The Day of Knowledge y La Escuela de la Vida en un triunvirato del conocimiento”, aseveró.
Comentó que
The School of Lifetiene sedes en París, Ámsterdam, Melbourne, Berlín, Sydney, Estambul, Río de Janeiro y ahora la CDMX como resultado del compromiso de Roemer y Briman en conjunto con la UNESCO, el Grupo Salinas, La Ciudad de las Ideas y el Día del Conocimiento (
The Day of Knowledge) impulsando así la industria cultural de inteligencia sin parangón en el mundo hispano.
Durante la inauguración, Roemer destacó la importancia de organizaciones de mente abierta, conscientes y dedicadas a ayudar a enfrentar la vida a través del auto-conocimiento abordando con herramientas lúdicas y accesibles todo aquello que no se enseña en el sistema educativo convencional, como las relaciones interpersonales, la elección de la carrera profesional, la ansiedad y las emociones.
"No tenemos por qué seguir cometiendo los mismos errores. Hay cosas que se pueden aprender mientras todavía quede tiempo”, concluyó Andrés Roemer.