Se cumplen dos años de la histórica granizada que cayó sobre Guadalajara la madrugada del 30 de junio de 2019 y habitantes de las colonias Rancho Blanco, El Rosario, Álamo Industrial, San Carlos y Atlas, recordaron como fueron sorprendidos por bloques de hielo que rebasaban el metro y medio de altura.
“Una cosa horrible, yo pensé que sinceramente no la íbamos a librar porque yo aquí adentro me llegaba aquí el granizo, entonces dije pues estamos en las manos de Dios”, dijo María del Carmen Palomar, vecina afectada por la granizada.
Las calles Río Reforma e Insurgentes fue la zona más afectada, los residentes vivieron momentos de terror y pánico al ver cómo el agua y hielo ingresaba a sus hogares.
“Se oían tan intensos los golpes que vi que era granizo, por la ventana vi y ya iba a medias el granizo y pues tontamente se me ocurrió abrir a ver qué pasaba, pero ya había un cerro muy grande de hielo y se me fue una parte del hielo hacia adentro”, recordó Christina Pérez.
El hielo no entró a la casa de Christina gracias a un par de tablas que colocó en la puerta hace unos años, pero el agua se abrió paso y mojó su sala, comedor, cocina y recamara.
María no tuvo la misma suerte que Christina, en su vivienda sí entraron los bloques de hielo. Por quedar atrapada en el hielo e intentar salir, sufrió hipotermia. Recuerda con amargura que su televisor, recamara y refrigerador fueron pérdida total a consecuencia del agua.
“Mucha tristeza porque era el patrimonio de toda la vida porque yo ya soy una persona de 67 años”, señaló.
Sus paredes quedaron humedecidas así que fue necesario enjarrarlas para evitar más daños a la infraestructura.

El hogar de Rene también fue invadido por el hielo aquella madrugada. También tuvo afectaciones en todos sus muebles y las paredes.
Christina, María y Rene externaron sentir miedo cada vez que llueve porque las inundaciones en la calle son comunes.
“Hoy con estas lluvias pues nomás estamos teniendo porque esta cuadra siempre se inunda. Como que aquí viene a dar toda el agua de San Pedro”, dijo Rene.

Los tres han recurrido a colocar una barda de cemento o tablas de madera en la entrada principal para evitar que el agua entre a sus hogares, sin embargo, dicen sentir preocupación con la llegada del temporal porque temen repetir lo vivido de aquel día.
“Siempre estamos con el temor por eso ponemos tablas para tratar de protegernos y eso es todos los días para prevenirnos en la noche”, externó Rene.
El gobierno municipal otorgó menaje y apoyos económicos a las 450 familias afectadas por la granizada, en el caso de las tres familias resultó insuficiente ya que a dos años de la catástrofe ninguno ha podido restituir al 100% las pérdidas materiales.
MC