Declarado lagunero de corazón, don Arturo Castro Molina, de 72 años de edad, aprovecha sus ratos libres para ir al Parque Victoria como al mercado Donato Guerra a rasguear la guitarra, obtener unas monedas y en otras ofrecer sus servicios, donde su especialidad son los boleros románticos y el requinto.
“Soy de Lerdo Durango, soy de aquí, quiero mucho a mi tierra y si no me quieren a mi, ni modo”, dice entre risas armado de su guitarra y llevando una cadena alrededor del cuello con un pequeño colguije con la figura de una guitarra.

Dijo que es cristiano, que pertenece a la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días en Lerdo, donde además hace labores de intendencia, pero en sus ratos libres se reúne con un grupo de amigos adonde lleva su guitarra, ahí en el corazón de la ciudad y sentimiento del pueblo, que es el mercado municipal.
Relató que en su camino al mercado a mediodía, llega un momento a la plaza y se posa en una de las bancas que están alrededor de la tradicional Nieve Chepo, donde rasguea su guitarra, toca algunas melodías y obtiene de vez en vez una monedas que bien le ayudan para alguna compra del hogar donde vive con su amada esposa.
Dijo que no se entendería su vida sin la música y de ahí es que ha participado en diversos grupos como Mar Sagrado, Los Charros Voces de La Laguna, Charros Voces de México y la Orquesta Premier; sin embargo, dijo que ahora en su tiempo y espacio lo dedica a Dios como a poder amenizar alguna fiesta sí le contratan.
Arturo dijo que lo único que condiciona es que no da “fiado” comparte entre risas.
Don Arturo es enemigo de las canciones modernas
Se declaró amante del bolero romántico de tríos y enemigo de aquellas canciones modernas que sólo plasman groserías y muerte, donde lamentablemente la gente las canta sin saber todo lo malo que estas conllevan.
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