El terror por el covid-19 superó las expectativas que el Circo del Miedo ofrecía a quienes entraran a sus carpas, pues ahora ellos son testigos del terror que ha representado el coronavirus para su trabajo en el espectáculo.
Fue en septiembre del 2019 cuando el Circo del Miedo se instaló en un lote sobre el bulevar López Mateos, prometiendo noches llenas de horror e ilusión para todo aquel que se atreviera a entrar a este espectáculo y durante sus funciones llegó a tener hasta 100 asientos ocupados, observando el espectáculo que 35 actores ofrecían para chicos y grandes.
No obstante, el miedo recae ahora en lo vacío que ha quedado este lugar pues se esperaba que el 22 de marzo terminarían la temporada, dirigiéndose a otras ciudades para seguir con su gira, sin embargo, fue el 13 de marzo cuando decidieron cerrar sus puertas a raíz de la contingencia por el covid-19 que ya tenía en alerta al país desde semanas antes.
"Realmente íbamos a hacer la temporada, ya habíamos terminado y justo nos agarró aquí, pues ya nos tuvimos que plantar aquí", comentó Jorge Antonio Falcón, quien se encarga de armar y desarmar este circo.
Y así, desde hace poco más de un mes se encuentran varados en esta ciudad, a la espera de una buena noticia que les permita continuar por las ciudades de México y por más que quisieran, no pueden seguir ofreciendo el espectáculo.
Afortunadamente, la ciudadanía leonesa decidió unirse y corresponder el favor que el Circo les dio al entretener sus noches, pues fueron muchas las personas que decidieron llevarles despensas y apoyos de cualquier clase, de manera que la situación de este Circo pasó a mejorar.
"A mediados de que estaba pasando todo eso, empezamos a pedir a las medios que nos apoyaran para que nos trajeran despensas para nuestra gente trabajadora y para otros circos y para otros", comentó Juanita Meraz, representante del Circo del Miedo.
Ante esto, Juanita ha expresado que la gente de León ha sido extremadamente amable con ellos, regalándoles despensas y apoyos para que 55 trabajadores puedan subsistir durante algún tiempo.
También, este circo ha optado por ser centro de acopio y llevar algunas despensas a los demás circos que se encuentran en la ciudad, pero por la ubicación en la que se encuentran, no les es posible tener tanta promoción.
Sin embargo, para los actores que dependen del aplauso por parte del público ya no es viable en estos tiempos, por lo que se han visto en la necesidad de buscar otro trabajo, situación que se vuelve compleja cada vez más.
"Todos buscaron trabajo, unos son mecánicos, otros saben también limpiar jardines, hemos puesto que si ocupan o algo, pero desafortunadamente no hay trabajo. ¿Por qué? Porque la gente no va a querer meter ahorita nadie a sus casas porque aprovechan para hacerlo ellos", enfatiza Juanita sobre esta situación.
Tanto Juanita como Jorge Antonio y todos los miembros de este circo se mantienen positivos y deseosos de que esta situación termine pronto, para que puedan seguir otorgándole a todo el que pase por las carpas una velada terrorífica.