El Congreso de la Ciudad de México publicó el Código de Responsabilidad Parlamentaria que establece las normas éticas que regirán la actuación de los diputados locales, quienes se regirán bajo los principios de legalidad, honradez, lealtad, imparcialidad, eficiencia y parlamento abierto.
En la Gaceta Oficial, el Congreso capitalino detalló que se deberá integrar un Comité de Responsabilidad Parlamentaria encargado de promover el cumplimiento del código, además de establecer los mecanismos necesarios para quejas.
Además podrá conocer las quejas que se presenten contra los legisladores locales y emitir las recomendaciones de sanciones.
De acuerdo con el decreto aprobado y en vigencia desde marzo, también se prevé que los legisladores podrían recibir amonestación pública o privada, ser removidos del comité o comisión a las que pertenezca o ser sujeto a una suspensión de la dieta que le corresponde.
Los diputados deben atender las normas conductuales que son:
Respeto
Actuar con orden y decoro en todas sus acciones, utilizando un lenguaje acorde con la dignidad parlamentaria, eliminando el uso de expresiones vulgares, despectivas, degradantes o soeces, y procurando en todo momento que el trato con todas las personas sea amable y respetuoso.
Ejemplo público
Observar, frente a las críticas del público y de la prensa, un grado de tolerancia superior al que, razonablemente pudiera esperarse de una persona que no ejerce un cargo público.
Transparencia
Consistente en brindar información comprensible y verificable, inherente a la función legislativa y la actividad que desarrollan como representantes populares, en forma permanente y accesible.
Honradez
Consistente en desempeñar su cargo y desarrollar sus funciones, buscando en todo momento el beneficio de sus representados y evitando el provecho estrictamente personal y/o familiar.
Independencia
Consistente en una actitud alejada de influencias ajenas a los objetivos de cumplir con la función que tienen encomendada, de servicio a la sociedad y búsqueda del bienestar en el desempeño de su cargo;
Cordialidad
Consistente en el respeto que deben tanto a la institución de la que forman parte –como espacio privilegiado para el diálogo y la construcción de los acuerdos que sirvan a la sociedad–, a sus pares, al personal que presta sus servicios a la misma y visitantes.
Profesionalismo
Consistente en ejercer su cargo con responsabilidad al momento de presentar, debatir o votar una propuesta de ley o de reforma, o cualquiera otra propuesta que tenga implicaciones en la sociedad.
Tolerancia
Consistente en mantener una actitud de respeto y consideración respecto de las opiniones ajenas.
Responsabilidad
Consistente en cumplir con diligencia las obligaciones y responsabilidades que derivan del ejercicio de su cargo, así como las tareas que le son encomendadas.
Integridad
Consistente en observar un comportamiento coherente con las posturas éticas personales y de tolerancia, responsabilidad, objetividad, profesionalismo, cordialidad, transparencia y productividad del Congreso.
Objetividad
Consistente en conducirse con base en criterios que no estén influenciados por intereses personales o particulares.
Todas aquéllas que abonen a la productividad legislativa, al cumplimiento de las obligaciones y deberes que la Constitución y las leyes les confieren.
FLC