La tristeza invadió a la colonia Praderas de San Francisco, en Escobedo, ante la muerte de sus vecinos, quienes viajaban en el autobús que se volcó en Hualahuises, este martes.
A unas horas del accidente carretero, los colonos montaron un altar en honor a las personas fallecidas, colocaron una mesa, y sobre ella, fotografías y veladoras. Además, se habilitó una cajita de cooperación para repartirla a los familiares de las víctimas.
La ofrenda se colocó al exterior de la tienda denominada Abarrotes y Carnicería Raque, que fue el punto de partida de 45 personas, entre niños y adultos, que tenían como destino la ciudad de Tampico, Tamaulipas.
“Los que quieran cooperar de corazón, que lo hagan de corazón, que no se burlen, estamos de luto, que respeten a la familia. Sí, hace mucho tiempo trabajé aquí, con doña Raque y don Huevo (sic). Acomodaba las cosas, atendía a los clientes. Doña Raque era muy buena gente”, contó Miriam Álvarez, quien compartió con el personal en la misma área de trabajo.
Entre los habitantes de esta colonia que murieron en el accidente se encuentran los integrantes de la familia Reséndez conformada por un matrimonio, la madre de la mujer y dos de sus nietos.
Karina Elizabeth Gurrola Díaz y José Andrés Reséndez Rivera, de entre 30 y 35 años, eran un joven matrimonio que trabajó en el negocio durante varios años.
La pareja viajó con dos de sus nietos: una bebé de apenas ocho meses y un niño de dos años, además de la madre de la mujer, quienes también murieron en el accidente.
“También conviví con Karina, una gran amiga, muy linda gente, siempre sonriendo. Se fue toda la familia de ella (…)”, detalló Miriam.
mrg
