El tránsito que pasa por la Avenida San Judas Tadeo avanza a paso lento. Cientos de personas caminan por la calle rumbo al Santuario, a pesar del clima nublado que hoy, día que se festeja al Santo de las causas perdidas, estuvo nublado.
Entre la gente camina Miguel, un niño de dos años que abre sus ojos al ver los globos de colores que venden en la entrada de la calle, en la que se colocó la imagen del santo y da paso al corredor de vendedores que se colocan año con año para celebrar la Fiesta Patronal de San Judas Tadeo.
Lesly Rodríguez, mamá de Micky, como le dice de cariño, llegó desde temprano y hace una pausa para descansar y tratar de entrar a la parroquia y solicitar a San Judas un milagro para su hijo: "salvarle la vida".
Entre el río de personas, la mayoría cargando una figura del santo, el olor de pan de feria recién salido del horno, las alitas de pollo a las brasas, los elotes y antojitos mexicanos, se mezclan provocando que Micky se tape la nariz y abrace a su mamá.
Hay más de 250 puestos de venta de diferentes productos, pantalones, ropa interior, productos de limpieza y de belleza, dulces tradicionales, cuadros, así como la venta de figuras de San Juditas, como le llama Jocelín Fernanda Rodríguez, "porque hay que tratarlo con cariño. Le agradezco por el año que tuve y porque tengo a mi familia sana", dice, mientras prosigue en su camino hacia el santuario.
Laura Calva carga a su bebé mientras espera que su esposo salga de la iglesia, "porque venimos a dar gracias porque mi suegro salió bien de una operación y ya puede caminar", expresa.
En el atrio de la parroquia 16 integrantes de la familia López López se reúne entre risas y abrazos para agradecer a San Judas "por las cosas buenas y malas que nos pasaron, porque se debe agradecer todo", dice una de las integrantes de este grupo, mientras se refresca con una nieve de limón.
"Es un día dedicado a uno de los apóstoles que recibieron al Espíritu Santo el día de Pentecostés y recordemos que se dedicó el resto de su vida a evangelizar la palabra de Jesús y del Señor resucitado", señala el Arzobispo de Tulancingo, Domingo Díaz, quien en este día ofreció 5 misas en el Santuario.
Cada año, María de Lourdes Monter López viene a la celebración y en esta ocasión llegó vestida a semejanza del santo, "porque vengo a solicitarle que salga bien de mi operación de la vesícula que me harán el 27 de octubre", dice, mientras recibe los ánimos de 24 personas de su familia quien la acompañan en este proceso.
La señora Hermila Mendoza también llegó al santuario, desde el municipio de Mixquihuala, para agradecer que su padre, de 82 años, haya salido ileso de una caída de dos metros de altura, también porque su nieta sigue sana, a pesar de los pronósticos médicos al nacer y porque su hijo, que padece diabetes, se recupere.
Desde la noche del sábado, el Santuario no ha cerrado sus puertas, la gente "llega por montones y no ha parado de entrar y venirle a dejar su ofrenda", asegura la vigilante que acomoda a la gente dentro de la parroquia, repleta de flores y velas.
Lesly Rodríguez se pierde entre la multitud, así como cada persona que intenta entrar a la iglesia para recibir el agua bendita, "porque quiero pedirle por la salud de Micky, ya que lo intervendrán del corazón porque tiene estenosis pulmonar y pronto iremos al Instituto Nacional de Pediatría para que sea intervenido, y lo único que pido es que él esté bien", dice, mientras el pequeño sonríe al tener en sus manos un globo brillante y rojo.