Trabajadores eventuales del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (Isste) y familiares del camillero Luis Alejandro López Cano cerraron la 14 Sur a la altura del nosocomio en Puebla, para denunciar que carecen de material e insumos para atender a los derechohabientes reportados como positivos por covid-19.
Asimismo, los manifestantes solicitaron la indemnización a los familiares de los camilleros que murieron por contagio de covid-19, así como la destitución del director, José Deveaux Homs; la jefa de enfermeras, la coordinadora de pediatría y de todos los supervisores en todos los turnos. A la demanda se sumó la entrega de material e insumos completos a todo el personal y no solo a los que están en la primera línea de atención; pagos completos, seguros y puntuales; el otorgamiento de un seguro de vida y la seguridad de su desarrollo laboral.
El personal inconforme también demandó la posibilidad de recibir un bono extra para trabajadores, incluidos los eventuales, ya que aseguraron que todos al estar en contacto con enfermos se encuentran en peligro latente de ser infectados.
Aunado a lo anterior, denunciaron los faltantes, pues solo cuentan con dos respiradores y que estos se reemplazan sin ser esterilizados.
En ese sentido, insistieron en la urgencia de tener garantías tras la muerte de dos de sus compañeros infectados por coronavirus, a quienes, aseguraron, solo les proporcionarán el pago de su última quincena.
Los trabajadores de la salud reprocharon el maltrato del que son objeto y la serie de vejaciones que sufren de parte del director del hospital, quien emplea insultos cuando se dirige a ellos y omite atenderlos cuando se lo solicitan.
“Incluso, llegó a decirnos: ‘lárguense de aquí perros’”, aseveró una de las manifestantes, quien contó que esa fue la respuesta del funcionario la última vez que intentaron dialogar con él.
De igual forma, denunciaron una serie de irregularidades en el manejo del equipo médico pues mencionaron que el personal debe de adquirir cubrebocas, guantes y demás enseres de protección.
Por su parte, Jonathan López Cano, hermano de uno de los camilleros que murió por covid-19, dio a conocer que su familiar dejó en la orfandad a un menor y sin ningún respaldo, toda vez que en tres años de laborar para el Instituto no logró obtener su plaza.
Indicó que los médicos reportaron que su hermano, de 31 años de edad, registró los primeros síntomas del covid-19 desde la semana pasada y el domingo les notificaron su muerte. “Ya no pudimos verlo”.
Por último, el familiar expresó que además de Luis Alejandro, también falleció su compañero Alejandro Vélez, quien era camillero y dejó huérfano a un joven.
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