Maleza y basura ocupan el predio de Chimalpopoca y Bolívar, en la alcaldía Cuauhtémoc, en la Ciudad de México, lugar en donde hace tres años había un edificio de cuatro pisos que se derrumbó tras el sismo de magnitud 7.1 del 19 de septiembre 2017.
En el número 168 de la colonia Obrera rentaban cinco empresas: una bodega de ropa, talleres de adornos para vestidos de gala y prendas de vestir para dama, una importadora de juguetes y una empresa dedicada a cámaras de seguridad, donde 15 personas murieron, 12 mujeres y tres hombres, y dos más resultaron heridos. Mientras que 34 más sobrevivieron, de acuerdo con reportes de la Secretaría del Trabajo capitalina.
Comerciantes y vigilantes de la zona indicaron que el predio presuntamente “fue expropiado” por el gobierno de la Ciudad de México; otros dicen que “está intestado”, en lo que coinciden es que nadie ha vuelto al lugar.

De aquellos escombros que tardaron poco más de un año en ser retirados totalmente, sólo quedan maleza y basura que los vecinos o personas en situación de calle dejan a su paso.

"Ni una más sepultada por la corrupción”, es la única pinta que permanece intacta y que fue realizada por colectivos feministas que acudieron a la zona tras escuchar que en el lugar trabajaban cientos de costureras y que trajo el amargo recuerdo de hace 31 años, cuando decenas de talleres se derrumbaron y mataron a cientos de mujeres en la misma colonia Obrera.

Tras recoger algunos escombros, deudos y activistas dejaron un altar en memoria de las víctimas del sismo “de la precariedad y la corrupción”; un año después el colocaron imágenes religiosas y telas, pero a tres años, lo único que queda en el lugar es fauna nociva, basura y maleza que tapa las consignas de justicia plasmadas en el piso y algunas paredes. Hasta el momento nada se sabe de los responsables de este sitio.