"¡Comandante, comandante!", gritaba la prensa acorralada que espera entrevistar a Fidel Castro, quien estaba a punto de abordar el avión para dejar la ciudad de Monterrey, luego de asistir a la Cumbre de la ONU, en marzo de 2002.
En esa ocasión, el líder de la Revolución Cubana abandonó repentinamente la convención, desairando la intervención, aún pendiente, del presidente de Estados Unidos, George w. Bush.
Castro, listo para partir, escuchó el insistente llamado de los reporteros, por lo que decidió (acompañado del gobernador Fernando Canales) acercarse para contestar preguntas en una entrevista banquetera.
Entre las declaraciones de aquella ocasión destaca la de "cuando Bush estaba en la primaria, yo ya era comandante de Cuba".
A la altura de la zona de la Fe, en San Nicolás, se cruzaron las caravanas presidenciales de Castro, que se dirigía al Aeropuerto, y de Bush, que iba rumbo a la Cumbre.
Con información de Víctor Canales y Leonel Rocha.
KDSC