Teresa Castell, diputada federal del Partido Acción Nacional (PAN), adelantó que presentará el martes una iniciativa de ley para establecer que ningun menor de 18 años pueda tener tratamientos o cirugiuias para cambiarse de sexo.
Además, sancionar a todo adulto que influencie a menores de 18 años en alguna preferencia de género, así como a quien fomente que un niño se someta a algún tratamiento hormonal o cambio de sexo.
Dicha iniciativa busca reformar las leyes generales de Salud; de Derechos de los Niños, Niñas y Adolescentes, así como en los códigos Penal y Civil.
En el ámbito penal, tiene como función sancionar a quien induzca a preferencias de género a cualquier menor; así como tener una agravante en caso de que tenga consecuencias en su cuerpo de manera irreversible.
Además, en el tema civil, procura evitar que alguien que algún tutor pueda interferir en las preferencias de identidad de género del menor.
“El marco jurídico que se debe cubrir para que estos vacío no se den es lo que estamos trabajando, que los derecho no queden ambiguos sino bien establecidos. Si ya se tienen los derechos de las infancias trans, qué obligaciones hay para los adultos, porque los adultos también están involucrados en todo esto”, dijo.
“El derecho del niño es que ningún adulto puede ejercer una manipulación o influir en su libre desarrollo, esa es la responsabilidad que tiene el padre o tutor. Esta es una ley de prevencion para todo aquel adulto que pueda indicuir a un pequeño a cambiar de genero o sexo”, dijo Castel en entrevista para MILENIO.
Acerca de la libertad y derechos que puede llegar a presentar un niño acerca su propia sexualidad, Castell señaló que no considera un retroceso su iniciativa, aunque así lo han acusado algunos colectivos de la comunidad trans:
“No es un retroceso porque quien está hablando es un adulto, no está hablando un niño a quien debemos proteger. Me parece que esta agenda, esta ideología de género no puede estar antes de los derechos de los niños", dijo.
Todo ello derivado de las experiencias que plantean países que en algún momento fueron pioneros como Suecia, Finlandia o Inglaterra, quienes luego de ver las consecuencias de estas prácticas, están dando marcha atrás por los casos que se presentan dentro de las comunidades trans, argumentó la diputada.
JLMR
