El cardenal Norberto Rivera Carrera pidió a los fieles católicos expresar con hechos y no sólo de palabras, su ayuda a quienes lamentablemente perdieron un ser querido y resultaron damnificados luego de los temblores del 7 y 19 de septiembre.
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"No podemos mantener la hipocresía de vivir un divorcio entre fe y costumbres, entre la teoría y la práctica (…) si el qué dirán o los prejuicios sociales nos han atado a una fe vergonzante y vergonzosa, ya es hora de que volvamos a nuestra libertad religiosa", indicó.
En la misa dominical en Catedral Metropolitana, Norberto Rivera elevó una plegaria por los ancianos y enfermos, y por los que necesitan de ayuda, especialmente los damnificados por los sismos “para que encuentren en nosotros ese gesto de cariño que inspira el Evangelio de Cristo".
También oró por los gobernantes, dirigentes y los que tienen el poder político y económico, para que tengan siempre presente el bienestar de todos los pueblos.
El arzobispo primado de México instó a los cristianos a asumir su propia responsabilidad y dejar de echar la culpa a los demás.
"Es cierto que el medio ambiente, la herencia que hemos vivido, las presiones sociales y muchas realidades nos pueden condicionar, pero recordemos que somos seres libres y que ningún fatalismo nos puede atar”, anotó.
Lamentó que haya muchos cristianos que predican su fe a escondidas, "sin que nadie los vea en la hora definitiva buscan a Dios y piden auxilios espirituales a su iglesia".
El cardenal informó que el dinero recaudado durante la eucaristía será donado a la organización Caritas México para que sea canalizado al fondo de reconstrucción luego de los sismos del 7 y 19 de septiembre.
La recaudación es extensiva a todas las iglesias y parroquias de Ciudad de México, explicó a MILENIO, Hugo Valdemar, vocero de la Arquidiócesis Primada de México.
Con información de Adyr Corral
OVM
