Ciudad de México /
Este lamentable incidente nos tendría que llevar a debatir sobre temas más profundos respecto a las relaciones entre los jóvenes y las escuelas y a respondernos preguntas del tipo ¿cómo se construyen los espacios que tienen los alumnos para ser escuchados en las escuelas? o ¿en qué medida se puede lograr que tanto alumnos como maestros y padres de familia se sientan parte de una comunidad escolar? Algunas de estas interrogantes, desde luego, son temas pendientes de la comunidad y la investigación educativas.
JOS