La "esencia" de nuestro pesimismo tiene que ver con algo que a fuer de vivirlo cotidianamente (aunque sea en los periódicos y en la televisión) desde hace muchos años, ha pasado a formar parte de la vida de México. Me refiero, por supuesto, al escaso valor que ha adquirido la vida humana y al desfile de indignidades que esta falta de valor presupone, conlleva y fomenta. El asesinato, el secuestro, la tortura, la extorsión y la violencia en formas que creíamos, si no superadas en la historia del país, sí circunscritas a ciertos lugares o a ciertos ámbitos, nos golpean en el rostro y en la sensibilidad todos los días.
Más allá de la captura de Javier Duarte: pesimismo radical ante la política en México
Más allá de la larga lista de gobernadores cleptómanos, el pesimismo mexicano actual tiene ausencia total de confianza y de expectativas en la política y en los políticos.
Ciudad de México /