Un día después de que la cúpula perredista aseguró que Guerrero es un “estado fallido”, el gobernador Héctor Astudillo afirmó que la violencia no llegó con su administración y que se enfrenta un problema que ya existía.
Ayer, en diferentes hechos, al menos cuatro personas fueron asesinadas en la entidad, mientras que las autoridades localizaron tres cadáveres en fosas clandestinas y otros tres cuerpos embolsados.
“La violencia no llegó conmigo, he enfrentado la violencia que encontré”, dijo el mandatario en entrevista con Ciro Gómez Leyva para Radio Fórmula.
Respecto a los llamados de que la Federación asuma el control de la seguridad en el estado, Astudillo precisó que de las fuerzas de seguridad desplegadas en Guerrero cerca de 90 por ciento son federales.
Al asegurar que de no contar con el apoyo del gobierno federal “yo no sería gobernador”, dijo que “nadie” que hubiera estado en su lugar habría podido “resistir los embates de la delincuencia organizada, que no llegó conmigo, y que tiene que enfrentarse con gran determinación”.
Garantizó que es el más interesado en que se esclarezca el homicidio del secretario general del PRD en Guerrero, Demetrio Saldívar Gómez, caso en el que no descartó que haya “un sentimiento de incomodidad por el hecho de que el PRI recuperó el gobierno, y por eso las reacciones”.
Como lo hizo un día antes, reconoció que el problema de la inseguridad “es más complicado de lo que me imaginé”, pero aseveró que no le rehúye ni le ha dado la espalda.
En las instalaciones de la Octava Región Naval, Astudillo expresó que no son tiempos de confrontaciones ni descalificaciones, pues “solo se podrá enfrentar la inseguridad con unidad”.
“A pesar de todas las diferencias tenemos algo en común: enfrentar la adversidad unidos”, dijo durante la conmemoración del 103 aniversario de la Heroica Defensa Naval del Puerto de Veracruz.
Quien también se pronunció tras las reacciones sobre el ataque contra Saldívar Gómez fue vocero del Grupo de Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez, que sostuvo que la estrategia de seguridad “está cojeando” en los municipios.
“A los policías municipales es necesario fortalecerlos, además de que son insuficientes para poder estar alineados con los esfuerzos de las policías Estatal y Federal y del Ejército”, expresó.
ULTIMÁTUM
La mañana de ayer el cuerpo de Saldívar Gómez fue despedido en medio de exigencias de justicia por parte de la cúpula perredista, encabezada por el dirigente estatal Celestino Cesáreo Guzmán y la secretaria general del PRD nacional, Beatriz Mojica.
A las 11 horas, el féretro abandonó la funeraria para recorrer calles del centro de Chilpancingo hasta la iglesia de San Francisco, donde se ofició una misa de cuerpo presente.
Luego, frente a la sede de ese partido, la familia del secretario lanzó un ultimátum de 48 horas a la fiscalía del estado para que informe de los avances de las investigaciones o, de lo contrario, solicitarán la renuncia de su titular, Xavier Olea.
Mojica calificó de “sumamente ligero” culpar a los gobiernos perredistas de la crisis de seguridad que padece la entidad, cuando fue el PRI el partido que gobernó durante más de 70 años.
Mojica llamó al secretario de Gobierno, Florencio Salazar Adame, a no polarizar con sus mensajes en las redes sociales “al estilo Donald Trump”.
MÁS MUERTOS
En medio de la conmoción por el asesinato del perredista, la violencia en Guerrero no cesa, la jornada de ayer dejó al menos 10 homicidios en Acapulco y Chilpancingo.
En la zona conurbada del puerto, autoridades localizaron al menos tres cuerpos en fosas clandestinas, en el patio de una vivienda de la colonia Jacarandas.
En tanto, el saldo de tres ataques en diferentes puntos de las colonias Vista Hermosa, Ciudad Renacimiento y Carabalí, de Acapulco, fue de cuatro muertos y un herido, mientras que en Chilpancingo hallaron los cadáveres de tres hombres envueltos en bolsas negras, en el kilómetro 282 de la Autopista del Sol.
En Chihuahua hubo cuatro homicidios, al igual que en Querétaro, y en Baja California, uno.
Con información de: Juan José García Amaro, Estrella Álvarez y Bernardo Cisneros.