La presidenta del Observatorio Ciudadano de León, Rocío Naveja, hizo un llamado a las autoridades para evitar extorsiones; pero sobre todo a la ciudadanía, para que denuncien y así evitar la cifra negra que hoy alcanza un 85% de delitos no denunciados ante las autoridades.
Dijo que en este momento, de acuerdo a las estadísticas, no se tiene mayor dato; sin embargo, esta situación también es vista en otros municipios como Celaya, que sin duda no estarán exentos si no se atiende de inmediato esta visión integral de la seguridad en León.
“También tenemos una cifra negra en donde las estadísticas muestran recientemente que el 85% de los delitos no se están denunciando en nuestro estado, y por supuesto en nuestro municipio. Entonces hay cifras que están mostrando qué poco la gente se está decidiendo a hacer denuncia”, dijo.
Aseguró que esta cifra demuestra que, actualmente, sólo el 15% de los delitos se están denunciando en Guanajuato, por lo que hay números que demuestran que la gente está poco decidida a denunciar, además de que la seguridad ha sido un tema poco prioritario para los últimos gobiernos de León.
“La seguridad en los últimos años en nuestra ciudad no ha sido prioridad de los gobiernos y esto es el reflejo, el reflejo que tenemos hoy. Se han avocado a delitos patrimoniales que tenemos muy buenos resultados porque ha habido mejoras. Creo que también hay que reconocerlo estas derivadas sólo de las denuncias, pero también tenemos una cifra negra”, comentó.
En este sentido, comentó que es importante la participación ciudadana y es responsabilidad de la gente denunciar, pues al no hacerlo pareciera que esos delitos no existen, y el Observatorio sólo mide lo que está denunciado con una carpeta de investigación conformada por datos del Secretariado Ejecutivo.
Esto derivado de que en los últimos días las autoridades de la Fiscalía General y la Secretaría de Seguridad Pública de Guanajuato han informado que las extorsiones se están combatiendo. De igual modo, dijo que no se trata de grupos criminales que están operando en el estado, sino de extorsionadores que hacen llamadas desde penales en el norte del país, y que no tienen más información de sus víctimas que la que ven en sus redes sociales.
