A mes y medio de que inició el 2022, en Guanajuato suman 7 casos documentados de menores que murieron siendo víctimas colaterales del crimen organizado; en promedio, se registra una muerte cada 7 días por esta causa. El hecho más reciente que estremeció a la ciudad de León fue el caso de Kevin, un niño de 10 años de edad que fue arrollado por sicarios mientras huía de la policía municipal.
Le precede que el 16 de febrero del año en curso, en la ciudad de Celaya, un bebé de apenas seis meses falleció en un ataque armado, cuando individuos armados dispararon en contra de una familia que viajaba en su camioneta; en el hecho también falleció un hombre y dos mujeres más resultaron lesionadas.
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El 30 de enero, durante un ataque armado en la comunidad de San José de Gracia en el municipio de Silao, fallecieron seis adultos, un bebé de meses de edad y un niño de 11 años que inicialmente resultaron heridos, pero perdieron la vida mientras recibían atención médica
En otro hecho, el 18 de enero, dentro del municipio de Apaseo el Alto, en el camino a la comunidad “El Zorrillo”, fueron acribilladas tres personas que viajaban a bordo de una motocicleta; entre las víctimas estaban dos jovencitos menores de edad.
Previo a ello, un niño de 12 años fue asesinado a balazos el 11 de enero, luego de que hombres armados atacaran al menor y a otro sujeto cuando ambos estaban afuera de un taller de motocicletas ubicado sobre la calle Prolongación Avenida Norte, en el municipio de Pénjamo.
De acuerdo a Save the Children México, durante el 2021, a nivel nacional fueron asesinados dos mil 450 menores de edad, es decir, siete cada día, y el estado de Guanajuato concentró el 14% de estos homicidios.
Los generadores de esta violencia son multifactoriales, tales como la pobreza, marginación, educación y la falta de estrategias de seguridad más efectivas.
ALOL
