Al inicio del sexenio pasado, se anunció la puesta en marcha de un programa llamado la Cruzada Contra el Hambre, que buscaba suplir las deficiencias alimentarias de 254 de los municipios más pobres del país y que para el primer año tuvo un presupuesto de más de 289 mil millones de pesos.
Se trataba de un programa con mucho presupuesto, que por lógica debía tener un impacto positivo, además, se concentraba en un bien loable, que era la atención de las carencias alimentarias, a pesar de ello, el programa fue un rotundo fracaso y no tuvo un impacto positivo.
Esto último lo sabemos gracias a la labor del CONEVAL, que llevó a cabo una extensa evaluación de los diferentes componentes del programa y determinó que la enorme cantidad de dinero invertido no estaba resolviendo el problema, ni teniendo beneficios tangibles para la población, lo que aportó evidencia para finalizar dicho programa.
Esa es la función de CONEVAL, llevar a cabo evaluaciones independientes, que aporten evidencia para saber si los programas sociales están funcionando, sin que en la evaluación interfieran aspectos políticos.
Lamentablemente, hoy en CONEVAL está bajo embate presidencial, su presupuesto ha sido cercenado, se presionó a su Secretario Ejecutivo para renunciar e incluso el Presidente ha declarado que existe la posibilidad de desaparecer el CONEVAL y que sus funciones sean absorbidas por el INEGI.
Para ello, el Presidente ha destacado el costo de operación del CONEVAL, la cantidad que pagan por rentas de los edificios, el número de empleados y hasta el sueldo de su titular, como argumentos para desaparecer la institución.
Yo no objeto que se pueden hacer ajustes para gastar menos, pero México necesita al CONEVAL, ya que, aunque resulte caro hacer evaluaciones de calidad a los programas sociales, es más caro no hacerlas y perpetuar programas millonarios como lo fue Cruzada Contra el Hambre, sin que nos enteremos que no están funcionando, es decir, por querer ahorrar en evaluación, podríamos terminar despilfarrando miles de millones de pesos en malos programas.
@victorsanval
