Debo de confesar que no soy fanático de las formas con las que se maneja Greta Thunberg, la joven sueca que se ha convertido en una de las voces más influyentes sobre la necesidad del cuidado del medio ambiente, sin embargo, coincido totalmente con ella en que existen una serie de problemas reales como el cambio climático, el aumento de la contaminación y los desastres naturales por daños al medio ambiente, que como humanidad hemos ignorado de forma peligrosa y los gobiernos no han tomado la iniciativa para enfrentarlos.
Al respecto, debe haber cambios en las políticas gubernamentales, por ejemplo, en México resulta absurdo que el gobierno siga apostando por la construcción de una refinería, por los combustibles fósiles y por el uso de carbón mineral para producir energía, cuando dichas industrias son altamente contaminantes, son peligrosas para los trabajadores y producen daños a la salud irreparables.
México tiene todo el potencial para convertirse en líder en industrias amigables con el medio ambiente, que no sólo contribuyan a disminuir el impacto ambiental en nuestro país, sino que además, generen desarrollo y empleos bien remunerados.
Por ejemplo, en el norte de México hay kilómetros y kilómetros de desierto en donde se puede instalar parques solares, en el sur tenemos ríos y lugares con rachas de vientos importantes, que pueden ser aprovechados para producción de energía eólica e hidroeléctrica.
Pero no sólo eso, sino que la riqueza vegetal que tiene el país, permiten ser proveedor de muchos de los componentes que se utilizan para producir materiales biodegradables, no sólo en México, sino en todo el mundo.
Se tiene que propiciar un debate profundo sobre el medio ambiente y la sostenibilidad de las actividades humanas.
Greta Thunberg es una de las tantas voces y podemos tener puntos de vista distintos o que su forma de actuar que no nos parezca, pero ello no le resta importancia al problema que intenta transmitir y a la necesidad de emprender acciones urgentes para detener la degradación del planeta.
@victorsanval
