A María del Rocío Galván Castañeda
Universidad, (“UNIVERSITAS” en latín) antes que nada, considero, es “casa de cultura” desde Bologna, Italia, donde se dice fue fundada la primera universidad de Occidente se apunta por consenso en 1088. (El término UNIVERSIDAD se aplica, actualmente, a institutos, centros o tecnológicos, incorporadas, autónomas y populares; oficiales -públicas o privadas- y/o que tengan o no un estamento de humanidades, sosteniendo a las demás áreas del conocimiento en que se dividan y complementen sus currículas a ofrecer).
En este breve y conciso contexto cultural y educativo, les recordamos siempre amables lectores de MILENIO Puebla el haberles mencionado en nuestra pasada Melipona Poblana que, dentro de la herencia legada por el militar teziuteco don Pompeyo León Fernández, cuatro de sus cinco hijos -Javier, Sergio, Jesús y Pompeyo- siguieron la carrera de las armas con compromisos firmes, exitosos y uno, heroico. Y así, desarrollamos en la atención al vicealmirante Naval y de la Armada, Pompeyo León Herrera, el buen y magnífico ciudadano y ejemplar habitante de nuestra comunidad del Totonacapan poblano-veracruzano que siguió sus estudios y formación en la Secretaría de Marina e instituciones, hasta alcanzar sus máximas notas, desarrollo y entregar su propia vida en aras de cumplir con su deber, ética, honor y trascendencia.
También apuntamos que el quinto hijo, Jorge León Vázquez, escogió seguir su vocación y su carrera de promoción cultural y educativa. En ese panorama vigente, nos toca hoy el poder conversar y entrevistar al ahora rector Jorge, quien siguiendo los dictados de su elección, compromiso y empeño, tiene ya cerca de 40 años de haber creado, construido, desarrollado y transformado, un instituto de computación -tal vez de los primeros que se establecieron en Puebla- por medio de una labor titánica, de mucho trabajo, talento y honestidad. Además, ir construyendo acuerdos, más incorporar y convencer a alumnas y alumnos -materia prima fundamental y básica-, para paralelamente ir formando y estableciendo también equipos de docentes identificados totalmente con su nuevo proyecto de modelo de universidad integral y humanista.
Entonces, sin más protocolos, vayamos a nuestra entrevista: “A su pregunta, sobre el ‘Encuentro Mundial de Educación en Puebla’, cuya sede será nuestra universidad, si me lo permite, le haré una breve reseña acerca de la HAME, Honorable Academia Mundial de la Educación. Siendo su presidente Roque Díaz Tizol, destacada personalidad educativa de Puerto Rico, el objetivo de la Academia fue desde su creación formar una sociedad unida a través de la red mundial de educación integral, una élite de profesionales académicos; para ello convocamos a profesionales del más alto nivel a participar de cátedras magistrales y cumbres de educación, integrándolos a una mesa de diálogo que propusiera soluciones ante la problemática educativa internacional, para participar de manera activa en el desarrollo educativo de las naciones, colocando a su alcance, investigaciones, tratados y todo material educativo y formativo que fuera necesario”.
“Para ello, se organizaron eventos nacionales e internacionales que tienen como fin el desarrollo total del ser humano en todos sus aspectos, para contribuir al desarrollo de los métodos, procedimientos y sistemas educativos que permitan establecer una educación integral (...) Siendo el propósito fundamental como organización el promover la educación integral en los países iberoamericanos con la aplicación y desarrollo de un diseño basado en el conocimiento del cuerpo, mente y espíritu, como estrategia de la educación y vehículo de desarrollo en el progreso social”.
“De esta manera, en el año 2004, se llevó a cabo la primer Cumbre de Educación. Y este año, después de una cerrada competencia con otros países. La Universidad Alva Edison de Puebla en México será sede el próximo mes de octubre de la XXV Cumbre Mundial de Educación (...) En estos eventos hemos contado con la presencia de innumerables autoridades a nivel gobernantes y secretarios de diferentes dependencias. Con saludos a sus lectores de MILENIO Puebla y a quienes tengan interés en la problemática educativa y en conocer algunas soluciones para resolverla, les invitamos para que los días 25, 26, 27 y 28 de octubre del presente año para que nos visiten y asistan a las instalaciones de nuestra Universidad”.
“Igualmente y como colofón a esta entrevista, les comparto los temas generales que proponemos para esa XXV Cumbre Mundial de la Educación: Conceptualización de la nueva educación para el desarrollo humano; El equilibrio educativo entre la instrucción y la formación; La educación integral como promotor de líderes para el éxito; Ciencia ecológica y calentamiento global y sus efectos en la tierra; La felicidad para el desarrollo humano integral; Identidad nacional para la formación humana integral; Educación para la paz y la inclusión; Educación para la paz y la inclusión frente a la pandemia mundial por coronavirus; Procesos y desarrollo sostenible de la educación post pandemia mundial covid; Desarrollo sostenible para una educación de calidad híbrida inclusiva”.
A los cuatro pilares de la educación que el informe a la Unesco entregará la Comisión Internacional sobre la educación para el siglo XXI, presidida por Jacques Delors, con el título “La Educación encierra un tesoro” y que en uno de sus capítulos hablaba de ellos, nuestra práctica y vivencia educativas, nos ha permitido agregar otros “aprenderes”, que en dicho documento se proponían a saber:
*Aprender a conocer. *Aprender a hacer. * Aprender a vivir juntos. Aprender a vivir con los demás. Y * Aprender a Ser. Yo agregaría los: * Aprender a estar. * Aprender a emprender. * Aprender a navegar y participar en las redes. * Aprender Internet. * Aprender a utilizar el celular. * Aprender a participar en el WP. Y. Con todo lo anterior, ahora sí, el APRENDER A SER, con mayúsculas
Por su parte, Edgar Morin señala que tenemos que considerar siete saberes necesarios para la educación del futuro: I. La ceguera del conocimiento: el error y la ilusión. 2. Los principios de un conocimiento pertinente. 3. Enseñar la condición humana. 4. Enseñar la identidad terrenal. 5. Afrontar las incertidumbres. 6. Enseñar la comprensión. Y 7. La ética del género humano.
Víctor Bacre