el desmarque continuó por varios días entre algunas fuerzas políticas mexicanas ante la firma de declaraciones conjuntas de VOX y sectores del PAN, donde hasta el PRI tuvo que “pintar su raya” con los gachupines (para enojo de algunos priistas monárquicos) y la cúpula panista tuvo que despedir a el asesor y al portavoz de su partido, como chivos expiatorios, culparlos, y así “zafarse” por el acercamiento que tuvieron con Santiago Abascal, presidente del partido ultraderechista-fascista español.
Y decíamos también, en nuestra anterior colaboración, que esa añeja costumbre que tenemos los mexicanos de establecer relaciones e influencias con movimientos, exilios, partidos políticos de varios tipos de filiación, ideología o tendencia, en su mayoría de origen europeos—principalmente españoles-,que al llegar a nuestro suelo latinoamericano, lo primero que muchas veces hacían era reproducir sus enconos, pleitos y rencillas que traían desde sus sociedades y países de origen, no importando si hubiesen sido desterrados o de ser migrantes por necesidad o convicción, pero casi siempre nos siguen haciendo repetir sus enfrentamientos y divisiones.
De acuerdo al también investigador y cronista vitalicio de Tlapacoyan, Alfonso Diez García, a partir de unas crónicas que nos compartió, nos hizo también la mención de que la historia completa de “La Mano Negra” y su entorno y afectación la publicó en su libro La Vida Secreta de Guadalupe Victoria, en los capítulos que hacen referencia a La Hacienda del Jobo. Esta fue propiedad del primer presidente de México y que llegaba de Tlapacoyan, Veracruz, hasta los poblados de Tecolutla y Gutiérrez Zamora, pasando por Martínez de la Torre y otras comunidades del mismo estado (obra histórica de Diez García que se encuentra agotada y que no hemos podido conseguir).
Igualmente, nos señaló Diez García que el antecedente de la presencia de “La Mano Negra” en la zona fue el asesinato de Eulogio Ávila Camacho, el 19 de septiembre de 1932, acaecido en la Congregación de Hidalgo de Tlapacoyan, Veracruz, donde el presidente municipal de ese poblado, Juan R. López, era enemigo jurado del líder de “La Mano Negra”: Manuel Parra. Por ello, ordenó a varios agraristas el crimen de Eulogio y su acompañante.
Continúa narrándonos Alfonso: “El 25 de junio de 1936 fue asesinado Manlio Fabio Altamirano Flores en el interior del Café Tacuba, ubicado en el centro de la Ciudad de México. Estaba acompañado por su esposa, Bertha Bracamontes Descombes. Era el gobernador electo del estado de Veracruz, pero sus asesinos no podían permitir que llegara vivo a la toma de posesión. En Tlapacoyan, el presidente municipal era Fernando Diez Bello, quien se enteró del asesinato cuando la noticia cundió como pólvora en el estado. El presidente de la República era Lázaro Cárdenas y el gobernador del estado Gonzalo Vázquez Vela, pero a los 8 días de la ejecución de Manlio, entregó Vázquez la titularidad del gobierno veracruzano a Guillermo Rebolledo, para integrarse al gabinete de Cárdenas como secretario de Educación Pública”. (Continuará).
Víctor Bacre