José Miguel Ramón Adaucto Fernández y Félix nació el 29 de septiembre de 1786 enTamazula, Durango, y falleció el 21 de marzo de 1843 en Perote, Veracruz. Fue el primer presidente de México con el “pseudónimo” (¿?) de Guadalupe Victoria, nombre adoptado por él y sobre lo que existen varias versiones que van desde la fuente histórica, hasta versiones que caen en la leyenda. Peleó al lado de José María Morelos y Pavón, los hermanos Aldama, Allende y otros insurgentes. Su presencia y accionar en la guerra de Independencia se dio principalmente en comunidades, serranías y poblaciones del Totonacapan, principalmente en su parte veracruzana y que, como ya hemos anotado aquí, vivió en la hacienda de “El Jobo”-que iba desde Tlapacoyan hasta Nautla y Gutiérrez Zamora, Veracruz. Además, llegó a morir a la Fortaleza de San Carlos en Perote, Veracruz, uno de los puntos básicos de esa región y entorno geográfico-histórico.
Y, sí. Manuel González Landa, profesor-investigador, estudioso y conocedor de la región de Perote (población a la que yo he redescubierto, en una de las acepciones en náhuatl de Totonacapan: “Tres Corazones” como uno de ellos de vital importancia), hace su presentación como el primer historiador invitado para que nos dé su semblanza y nos haga la primera referencia a Guadalupe Victoria desde ese lugar. Nos dice el historiador González Landa: “Desde el altiplano veracruzano donde convergen el eje volcánico con la Sierra Madre Oriental en el Gran Nauhcampatepepetl (el cuatro veces señor o cuatro caras): Perote. Nací en ese lugar más cercano a las estrellas, cuando estaba en su fragor la segunda guerra mundial, el 21 de mayo de 1942. La mayor parte de mi existencia ha sido en Perote, del estado de Veracruz, que ha sido, desde 1525 puerta de entrada y salida del territorio de la entidad. Estudié en la escuela normal rural Enrique Rodríguez Cano (…)junto a su lema: ‘Estudio, Trabajo y Deporte’. Fuimos pioneros de la Telesecundaria en 1969. También me dediqué al periodismo hablado-perifoneo-y escrito en periódicos locales. Tengo tres libros publicados. Actualmente, ejerzo la supervisión escolar de telesecundarias en la zona 17 del mismo Perote”.
Sobre Guadalupe Victoria nos comenta Manuel: “Iniciaré mi comentario con las coincidencias entre dos grandes personajes en la construcción trascendental del México contemporáneo: La marcha del sol en el equinoccio de primavera da como resultado la trilogía esencial de la fraternidad universal: nacimiento, vida y muerte para esas dos entidades egregias: la de Benito Juárez García y la de Guadalupe Victoria, de una vida que nace el 21 de marzo de 1806 y de otra vida que se extingue el 21 de marzo de 1843”.
“Los dos tuvieron la inquebrantable FÉ. En sus ideales más hondos, ricos y elevados en sus nobles propósitos. Abrigaron siempre la ESPERANZA en realizarlos para alcanzar el triunfo y ver coronados sus esfuerzos; luchando por AMOR a la humanidad y bien a su Patria. Estos dos personajes históricos tienen grandes similitudes en su trayectoria de vida. Los dos quedan huérfanos a muy corta edad. Ambos quedan bajo la protección de dos curas católicos: Antonio Salanueva, Franciscano, protege y orienta a Benito Juárez. Agustín Fernández apadrina y da protección a Guadalupe Victoria. Los dos fueron seminaristas sobresalientes en sus respectivas instituciones”.
“Los cambiaron las sotanas por estudios de derecho y abogacía. Ambos lucharon y pelearon por la Independencia y por la Reforma, respectivamente. Uno al lado de Morelos y los insurgentes. El otro, apoyando a Vicente Guerrero y contra los conservadores y el imperio de Maximiliano. Ambos y los dos, grandes adalides y grandes héroes de la Matria y de la Patria…”, concluye el historiador Manuel González Landa, desde ese corazón del Totonacapan.
Víctor Bacre