Bartolomé Murillo, el gran pintor sevillano, que dedicara los bastidores, lienzos y sus pinceles en pintar y plasmar la representación de la Virgen María en la personificación de la Inmaculada Concepción que, derivada de la discusión teológica entre franciscanos y dominicos sobre si María, madre de Jesucristo, concibió y continúo virgen y que ganará la posición franciscana de que “Ella fue concebida sin pecado original. Subió al cielo en cuerpo y alma y siempre fue virgen”. Y, declarado Dogma por el papa Pío IX en su Bula Ineffabilis en 1854 (Bartolomé Esteban Murillo, nació en Sevilla en 1617 y falleció en su misma ciudad en 1682, a los 65 años. Pintó alrededor de 20 lienzos o cuadros de Inmaculadas. La más famosa de ellas es: “La Inmaculada Concepción de Los Venerables” que al ser subastada fue adquirida por el Museo del Louvre. Y, es hasta 1941 en que a cambio de una obra de Velázquez-otro genial pintor sevillano-“Doña Mariana de Austria”, es entregada al Museo del Prado: “La Inmaculada Concepción de Los Venerables” Como la más importante y bella de las Inmaculadas que nos legara el genio y la sensibilidad de Murillo).
La Virgen del Santuario de Santa Catarina Juquila, asume la adoración y veneración a la Inmaculada Concepción de María, para casi todo el sureste de la república mexicana. Junto a la Iglesia de San Juan Chapultepec, perteneciente a la Arquidiócesis de Antequera, Oaxaca. Recibe peregrinos y visitantes de los estados de Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Guerrero, Hidalgo, Chiapas, Tabasco y Oaxaca. Se realizan bailes tradicionales con música típica. Cantos y rezos. Fuegos artificiales. Juquila significa en Náhuatl; “Lugar de la legumbre hermosa”. Y, la vestimenta de la pequeña estatua que representa a la Virgen tiene su significado:
Una Corona que simboliza el reconocimiento de su potestad; el vestido entretejido con las hojas de maíz; el manto de tela que es teñido y tejido, artesanalmente; la Base con figuras de ángeles y cuentas de vidrios y de perlas; el bastón de mando indígena a sus pies; un mundo que simboliza el acecho del mal. La cabellera que adorna y da fuerza y energía a su bello rostro; su aureola que simboliza el triunfo sobre el mal y las figuras de los arcángeles Miguel, Rafael y Gabriel que le tributan reconocimiento y adoración de todos los fieles.
Aquí en la ciudad de Puebla, el Altar que conocemos y es lugar de devoción de varios barrios, se encuentra entre las calles de la 97 Oriente 1416-18 (entre Privada 14 b Sur y 16 Sur) Granjas Ejidales San Isidro CP 72 587 y, excepto por el inicio de la pandemia, ha sido un lugar muy concurrido por más de 600 asistentes. Muy bien adornado, concurrido y organizado por Don Adrián+ y por su esposa, hijas, yernos y nietos. Con misa, rezos, cantos, programa, tamales, chocolate, atole y dulces. Y, posterior al evento del día 8 de diciembre. En uno o dos autobuses, peregrinación al Santuario de Santa Catarina de Juquila. Para, posteriormente, ir a Huatulco u otros lugares de paseo y esparcimiento. Entre estos dos contextos la presencia de La Inmaculada Concepción, hace historia.
Víctor Bacre