“Es peligroso tener razón,
cual el gobierno está equivocado”
Voltaire
Es una situación recurrente, que los mexicanos estemos teniendo que pagar, el costo de la falta de preparación, de los funcionarios que integran este gobierno federal, al momento de echar a andar una política pública, como sucedió con la entrada en vigor, el 1 de enero de este año, del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi).
Parece, que no se aprendió nada el año pasado, con los recortes presupuestales, a institutos de investigación y hospitales de alta especialidad, a los que tuvieron que dar marcha atrás, por presión mediática. Las disminuciones a becas de pasantes de medicina y enfermería, y la renuncia del director general del IMSS argumentando recortes excesivos e intromisiones en la institución; son también muestra, de que a pesar de lo prometido, el tema de la salud, se ha dejado a un segundo lugar. Se desapareció el seguro popular, que fue un programa reconocido a nivel internacional, por un Instituto de Salud, que no tiene reglas de ningún tipo, lo que obligó a que los gobernadores de 6 estados, incluido Guanajuato, se negaran a firmar convenios de adhesión, manteniendo un esquema de atención a la salud, con recursos propios, con tal de no desamparar a sus habitantes.
Y es tan grande la desinformación, que el Presidente López Obrador dijo que todo tipo de atención médica debía ser gratuita, y la Secretaría de Salud Federal, emitió un boletín informativo en donde señaló, que para la atención en hospitales de alta especialidad, por ley, sí se podrían cobrar cuotas de recuperación; y ahora dice el Presidente, que será hasta diciembre, la gratuidad completa en servicios de salud.
A la incertidumbre que viven, quienes usaban el seguro popular, que suelen ser gente vulnerable, al no estar afiliados a otros esquemas de seguridad social; debe agregarse lo que ya es, un desabasto de medicinas; por las noticias que se tienen de diversos estados del país, y que ha sido confirmado por el gobernador de Baja California Sur.
A falta de argumentos, funcionarios federales de salud, mencionaron que todo era producto de una campaña de comunicación para sabotear al Insabi; sin embargo, las dudas persisten, y el gobierno federal no ha explicado, de dónde obtendrá el dinero, para afrontar el costo, que representa este nuevo esquema de salud. La incertidumbre con el Insabi, también afecta a los trabajadores del desaparecido seguro popular, puesto que en diversos estados, están preocupados ante posibles despidos, y trabajadores de los estados de México, Michoacán, Oaxaca, Guerrero y de la ciudad de México, mantienen bloqueadas las oficinas del nuevo organismo, sin que alguna autoridad pueda darles una respuesta. El problema no es, haber decretado que la salud en este país sea gratuita, el problema es, pensar que por haber modificado la ley, en automático se iba a materializar, como ha sucedido con tantos otros temas; pero recuerden por favor, Presidente y funcionarios federales, con la salud de los mexicanos no se juega, no todos tienen para irse a atención médica a Houston.
*Abogado y Maestro en Derecho Constitucional y Amparo. Magistrado del Tribunal de Justicia Administrativa 2010-2017