William James, filósofo, médico y autor de uno de los compendios más profundos que se han escrito en la historia de la psicología, escribió, en el siglo XIX, sobre esa sensibilidad para la música que puede afectarnos a todos de manera positiva porque logra calmarnos, animarnos, consolarnos, emocionarnos. Además, puede ser útil para organizarnos y sincronizarnos cuando trabajamos o jugamos, siendo especialmente poderosa durante procesos terapéuticos en pacientes con diversas dolencias neurológicas.
Ahora sabemos de su poder en otros males. La forma benéfica en que la música opera en la química del cuerpo, al estimular la producción de hormonas como oxitocina, adrenalina y serotonina, ha sido comprobada de la misma manera en que se ha confirmado que las sesiones de sexo funcionan de una manera semejante.
Es verdad que la experiencia erótica es opcional en la vida y que nadie se va a morir si no tiene encuentros en pareja o jamás se masturba, pero quien determine hacerlo se perdería de una de las más grandes posibilidades que tenemos los seres humanos de sentir y acercarnos al bienestar. Cargamos con demasiados lastres y tabúes que nos llevan a vivir una erótica pobre, sin sentido o violenta, bajo la creencia de que la energía sexual es “mala”.
Se ha malentendido el deseo, se le han puesto tantas barreras, tantas trabas, que mucha gente no sabe que el disfrute pleno en consenso es su derecho y su regalo. A la vez, la experiencia del placer posee tantas aristas por explorar, que es un desperdicio pretender seguir únicamente las instrucciones que desde hace milenios nos han hecho creer que son válidas.
Cuando promovía mi libro más reciente, Sinfonía del placer, me preguntaban en entrevista cuál era la playlist ideal para el momento del agasaje sexual. Respondía, y se los digo aquí, que lo interesante es que cada persona explore la infinita biblioteca musical de todo el planeta para que vaya escuchando temas nuevos, diferentes, diversos, hasta encontrar aquello que combine con su deseo.
Sugerencias para el disfrute melodioso
Aquí algunos tips para que indaguen en el universo de los sonidos hasta encontrar aquellos que les hagan palpitar el corazón y otros lugarcitos:
• Busquen playlist por década o género en su plataforma favorita a partir de una propuesta de su agrado; de esta manera escucharán cosas semejantes de compositores que todavía no conocen.
• Hay una aplicación que me gusta mucho. Se llama “Radio Garden” y gracias a ella pueden escuchar casi todas las estaciones de radio ¡del planeta! Anímense a oír lo que suena en Oguta, en Beirut, Petrov, Karaikal, Batam o cualquier localidad que se les ocurra.
• Aprovechando el encierro, saquen sus viejos discos o la colección de sus padres. La nostalgia nunca pasará de moda y en una de esas logra estimular el cuerpo y los sentidos.
@draverotika
FB: La Doctora Verótika
