La productividad es una cuestión mental, nosotros podemos producir más y mejor; siempre y cuando estemos conectados a los mismos objetivos. La pandemia transformó todo, pero no la motivación con la cual construimos. Añorar el pasado no llevará a ningún lado a personas, equipos y directores. Sin embargo, tomar la responsabilidad de diseñar y crear un futuro que sea mejor para todos, abrirá muchas puertas para quien desee poner ese esfuerzo y compromiso diario.
Hoy estamos viviendo las nuevas "horas trabajo", una nueva era de la productividad, observemos que ahora no depende tanto el tiempo trabajado sino, lo que realmente logras hacer en el menor tiempo. Esto es importante analizarlo porque junto a esto nos encontramos con el tema de la competitividad, ante un mundo global donde encontrar servicios y productos fuera de nuestro país es mucho más fácil, por ejemplo el contratar algún diseñador, asesor, alguien que pueda colaborar en tu empresa o negocio, a un mismo precio pero con mucho mayor productividad y competencia, o a un precio más económico incluso dando la misma productividad.
Un claro ejemplo es justo hace unos días cuando contraté los servicios de asesoría de un profesional que vive en Sao Paulo Brasil, a su vez este profesional debido a la demanda de su trabajo y a su competitividad, durante la pandemia tuvo que aprender español, abriéndose fronteras. Pero también promover empatía, buen humor y por supuesto una mentalidad positiva para construir alianzas y poder avanzar en su negocio. Ser productivo es útil, pero depende de la cuestión mental y de lo preparados que estemos en ese ámbito.
Así sucesivamente, vamos intercambiando servicios y productos cada vez más fácil práctico y económico, primero en nuestros países latinoamericanos, y muy pronto en todo el mundo. Esto será un cambio profundo pero a su vez un gran reto para todos los profesionales, invitándolos a una preparación más profunda tanto interna como externa.
Esta habilidad de aprender y volver a aprender también hará que las organizaciones continúen. Las empresas son hechas por personas y aquellas no desarrollen las competencias y habilidades necesarias, se quedarán atrás en este mundo altamente cambiante. Este tipo de conocimientos que se abrieron durante la pandemia, no se están enseñando en las escuelas. Es preciso que cada uno de nosotros comience a desarrollar estas habilidades para compaginar con el mundo después de la pandemia. Las oportunidades para incrementar la producción, la productividad y la venta, están ahí; pero debemos aplicar estrategias y comportamientos idóneos.
El caos seguirá existiendo, de manera interna y externa, ¿qué tan listo te sientes para abordarlo? ¿qué habilidades realmente estás desarrollando para encontrar todas las oportunidades que también hay en el mundo VUCA?
Mi propuesta es en concreto a través de este artículo invitar a todos, a ti lector a ensanchar tus estacas. Llevarte a la autoconciencia y al autoanálisis, en qué áreas puedo especializarme, en qué áreas puedo extenderme o qué nuevos idiomas puedo aprender.
Waldo Peralta