Negocios

Recortando el potencial

Escuchar audio
00:00 / 00:00
audio-waveform
volumen-full volumen-medium volumen-low volumen-mute
Escuchar audio
00:00 / 00:00

Hablamos continuamente del PIB como el indicador más completo, con todo y sus deficiencias, de la actividad económica de un país. Considerando el dato oportuno de crecimiento del PIB de 2019, durante los últimos 25 años la economía mexicana ha crecido en promedio anual 2.3%. Ese es el crecimiento agregado, el crecimiento per cápita se encuentra por debajo del 1%. Esas tasas de crecimiento son a todas luces insuficientes. Si bien es una de las 15 economías más grandes del mundo, México es todavía una economía emergente, conforme a los criterios del FMI. Para poder “emerger” en algún momento, tendríamos que crecer a tasas mayores a las que crecen las economías desarrolladas. Estados Unidos, nuestro principal socio comercial y la mayor economía del mundo, ha crecido a una tasa promedio anual de 2.5% en el mismo periodo.

Además, el crecimiento tendría que ser sostenido, no crecer al 6% o al 8% pero únicamente como rebote a una crisis. Algunos estados del país crecen muy por encima del promedio y lo han hecho así a lo largo de muchos años, quizás el mejor ejemplo sea Nuevo León, que en los últimos 25 años ha crecido 3.6% (promedio anual) y es donde mejores indicadores de progreso hay.

Sin embargo, eso deja de lado el análisis del PIB potencial. Este concepto se refiere a la producción que se podría alcanzar usando los factores de producción —trabajo y capital— a su máxima capacidad y de forma eficiente. Esta producción potencial es un número teórico, un estimado, que cambia en función de la capacidad productiva de la economía. Resulta que el crecimiento del PIB potencial de México no está muy lejos del 2.5%. Algunos estimados lo sitúan entre 2.5% y 3%. Si ese es el marco de comparación, entonces ese 2.3% de crecimiento de las últimas dos décadas se encontraba cercano a lo que podíamos crecer. Aunque estuviéramos relativamente cerca del potencial, queda claro que no ha sido suficiente para salir de la trampa del ingreso medio y muestra que lo que tenemos que mover es justamente el PIB potencial. Tenemos que aumentar la capacidad productiva del país: más y mejor infraestructura; más acceso a energéticos; desarrollo de capital humano y adopción de nuevas tecnologías; pasando, desde luego, por la aplicación del estado de derecho.

Me gustaría decir que estamos haciendo algo al respecto, aunque fuera un poco, pero la realidad es distinta. Estamos dando pasos hacia atrás y al hacerlo, recortamos el potencial de crecimiento del país. Para construir capacidad hay que invertir. La inversión fija bruta registró en noviembre del año pasado su décima caída anual consecutiva. El freno en la IFB empezó en 2016, pero en meses recientes está en franca caída. Entre enero y noviembre de 2019 la disminución fue de 5.1%. Han caído todos sus componentes, pero merece atención especial el rubro de maquinaria y equipo. La inversión pública tampoco ha crecido y preocupan los proyectos prioritarios de esta administración que suenan más a gasto o a programas de empleo que a proyectos que cambien sustancialmente la capacidad de producción del país.

Esa disminución en el PIB potencial nos hará cada vez más difícil “emerger”… seremos perpetuamente emergentes, si bien nos va.

@ValeriaMoy

Google news logo
Síguenos en
Valeria Moy
  • Valeria Moy
  • @ValeriaMoy
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.