“Nadie debería sufrir discriminación por su edad, sexo, identidad de género, orientación sexual, discapacidad, raza, etnicidad, lenguaje, estado de salud, localización geográfica, estatus económico o migratorio, ni por ninguna otra causa”
ONU Sida
#ZeroDiscrimination2018, es el hashtag con que ONUSida espera la colaboración mundial este próximo primero de marzo, cuando se conmemorará el Día Internacional para la Cero Discriminación. La campaña “Hazte sentir” pide que enfrentemos a la discriminación ahí donde nos topemos con ella, seamos o no las personas discriminadas.
Aunque el Artículo 1 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, promulgada en 1948, señala que “Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos”, ello está lejos de la realidad.
Para la campaña en español, la ONU y ONUSida plantean la etiqueta #CeroDiscriminación, con la cual pretenden confrontar esta problemática mundial, dolorosamente cotidiana. Michael Sidibé, director ejecutivo de ONUSIDA y promotor central de esta campaña, señala que el Día para la Cero Discriminación es una buena ocasión para celebrar la diversidad: “Si unimos nuestras voces, podemos formar parte de un clamoroso llamamiento por la compasión, la tolerancia y la paz”.
La discriminación provoca prejuicios, limita las oportunidades de millones de personas y genera violencia.
ONUSIDA segura que comunidades enteras sufren cuando no se pone un alto a la discriminación, ya que se limitan las posibilidades de niñas y jóvenes de gozar de una educación adecuada, con lo cual se restringe las oportunidades individuales y se impide que las sociedades se beneficien de un mayor acervo de talento.
Algunas cifras de la discriminación en el mundo son las siguientes:
- Casi 80 países tienen leyes que criminalizan las relaciones homosexuales. En Malawi, Namibia y Botswana, una quinta parte de los hombres que tienen sexo con hombres dicen tener miedo de acudir a los servicios de salud.
- En muchos países las tasas de alfabetización de las mujeres están aún muy por detrás de las de los hombres.
- En el Reino Unido, aproximadamente el 70 % de quienes reciben el salario mínimo son mujeres.
- Personas brasileñas afrodescendientes tienen muchas más probabilidades de estar en desempleo que la población brasileña de piel blanca, al tiempo que los salarios de afrodescendientes no llegan a la mitad de sus colegas no-afros.
- En el mundo más del 10% de mujeres y del 23% de hombres que viven con una discapacidad informaron no haber vuelto a solicitar asistencia sanitaria porque recibieron un mal trato en una visita anterior.
- El 64 % de la clase trabajadora de Estados Unidos afirma haber visto o sufrido discriminación por edad en el lugar de trabajo.
Sobre el escenario mexicano de discriminación, el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación (Conapred) sostiene que la discriminación es una práctica cotidiana que consiste en dar un trato desfavorable o de desprecio inmerecido a determinada persona o grupo, que a veces no percibimos, pero que en algún momento la hemos causado o recibido.
Dicho Consejo considera que hay grupos humanos que son víctimas de la discriminación todos los días por alguna de sus características físicas o su forma de vida. El origen étnico o nacional, el sexo, la edad, la discapacidad, la condición social o económica, la condición de salud, el embarazo, la lengua, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil y otras diferencias pueden ser motivo de distinción, exclusión o restricción de derechos.
Las cifras de la Encuesta Nacional sobre Discriminación (ENADIS) son impresionantes. En México, tres de cada diez personas consideran que las niñas y niños sólo deben tener los derechos que sus padres les quieran dar, cuatro de cada diez no vivirían con homosexuales y tres de cada diez no vivirían con personas enfermas de VIH SIDA. También tres de cada diez personas en el país cree que las opiniones de la juventud y la adultez mayor deben tomarse poco o nada en cuenta.
Una de cada cuatro personas cree que es justificable llamar a la policía si hay un grupo de jóvenes parados en una esquina. Una de cada diez personas opina que las autoridades deben reubicar a quienes profesan una religión protestante en otra parte en que la mayoría sea católica, y uno de cada veinte piensa que todo mundo debe obedecer lo que decidió la mayoría y sacar a los protestantes.
Los efectos de la discriminación en la vida de las personas son negativos y tienen que ver con la pérdida de derechos y la desigualdad para acceder a ellos; lo cual puede orillar al aislamiento, a vivir violencia e incluso, en casos extremos, a perder la vida.
Para combatir la discriminación debemos intervenir cuando la presenciemos, aumentar la sensibilización, apoyar a las personas que han sido discriminadas, recalcar los beneficios de la diversidad y este primero de marzo, hay que apoyar la campaña “hazte sentir” y el hashtag #CeroDiscriminación de la ONU.
@taniamezcor
FB: Tania Mezcor