El viernes que presentamos el magnífico video de Billy Joel, “TurntheLights Back On” en el noticiario, después de una nota más de Taylor Swift, conmovida le dije a las Swifties: “Comprendan, aquí se nos vinieron todas las eras de nuestro artista favorito de golpe y por sorpresa”, Y 50, 30 años después, aquí seguimos Billy.
La cosa es esta. La canción, de la que hemos hablado mucho es hermosa, es un reencuentro que el mismo Joel dice que tiene que ver con volver a amar y hacer su música tanto tiempo después de no realizarlo, además de ser, en parte, un tema romántico.
Ahora, imaginen haber nacido con un artista que amas y quien te ha acompañado toda tu vida de alguna forma u otra. Y ahora, de pronto, te suelta un video musical 30 años después de no hacerlo donde lo ves retomando su carrera como compositor con las distintas imágenes de su vida.
Todo lo que ha cambiado él, la experiencia ha sido compartida. Me emocioné, lloré, lo vi mil veces a todo volumen y luego me quedé pensando.
Tal vez este es de los pocos ejemplos donde debo agradecer ya la existencia de la Inteligencia Artificial. Simple y sencillamente porque él decidió acompañar esas imágenes de sí mismo con esta hermosa canción. Claro que soy de las que le temen a la IA en lo que al arte se refiere, pero hay casos, también el viso de los Beatles, pero aquí aún más, donde la humanidad del creador es tanta que su luz brilla por arriba de cualquier herramienta. Y hoy, al menos, me parece más hermoso que preocupante.