Siempre que hay nominaciones al Oscar habrá decepciones, quienes se quedaron fuera a pesar de haber hecho un enorme trabajo o tener millones de fans. Aquellos a los que la academia no reconoce por no tener ciertas características que ellos consideran tan relevantes como el trabajo en sí. Pero no. Honestamente, no creo que la falta de nominaciones de la directora Greta y de la protagonista Margo sean lo que tantos están gritando en redes: “El patriarcado al que criticó frontalmente la película castigándolas por eso”.
Me considero feminista, e independientemente de ello, Barbie me pareció un deleite de principio a fin. La gocé como pocas cosas en mucho tiempo. Sin embargo, después de ver todas las cintas en la competencia, y haber votado en otra entrega de premios en esta temporada, me queda muy claro el calibre de competencia en ciertas categorías, especialmente en dirección, contra las que estas mujeres se tuvieron que enfrentar.
Tendremos tiempo de hablar de cada una de ellas, y no niego que es irónico y hasta chistoso, de una manera agridulce, el hecho de que Ken sí haya sido nominado, y Barbie no. Pero para quienes estaban prestando atención, el trabajo de Ryan Gosling en esta cinta era precisamente representar lo que nos pasa a las mujeres en el mundo. El ego, hasta que el personaje pierde el piso en su Mojo Dojo Casa House, es algo con lo que Ken no navegaba. Solo tenía un buen día si Barbie lo veía ¿Se acuerdan? Interpretar eso tan bien le sirve en el mensaje a la película como pocas cosas.
Por cierto, Greta sí fue nominada por el guion —en el cual está el mensaje por el que ahora clamamos—; también América Ferrrera, quien no se cree la nominación de Actriz de reparto, y claro, la nominación de Barbie a mejor cinta, de la cual Margot es productora también.
Tenemos que acordarnos que las premiaciones pueden ser un espejo de la realidad social, pero alguna que otra vez sí son opiniones de expertos y amantes del cine haciendo lo mejor que pueden. A veces.