Eran los juegos olímpicos de Seúl 1988, y el mundo entero tenía la mirada puesta en los 100 y los 200 metros planos. Las niñas del mundo que amábamos hacer deporte, pero que culturalmente teníamos la mala suerte de que se nos restringieran muchas de nuestras ilusiones –“eso es para hombres”–, no podíamos dejar de ver fijamente a una mujer espectacular en todos los sentidos.
Era Florence Griffith Joyner, hasta la fecha, la única mujer que ha logrado correr los 100 metros planos en 10 segundos con 49 décimas. Nadie, nadie, nadie se ha vuelto a acercar a ello. Para hacer más espectacular esta historia, que también tiene su tragedia, ella corría con una sonrisa que iluminaba el estadio y el mundo entero, también lo hacía con el cabello semisuelto y las uñas más espectaculares del mundo. La diferencia entre ella y el segundo lugar se sentía como si fueran semanas, aunque nada transcurre tan rápido en el mundo humano como esa carrera en especial.
La tragedia: Flo Jo murió muy, muy joven. Fue a los 38 años por una convulsión. Y no, por más que quieran, nadie le demostró jamás ningún tipo de dopaje, aunque muchos tercos lo aseguren. Recuerden que fue el mismo año que a Ben Johnson le quitaron sus medallas y récords por eso precisamente. Hay mucho más que contar, yo estoy feliz de saber que la increíble actriz Tiffany Haddish la interpretará pronto en una cinta. Ella también creció sabiendo que no había nada que no pudiéramos hacer las niñas, en su caso particularmente la afroamericanas, gracias a Flo Jo. Ya es hora de que recordemos esa historia y nos vuelva a llenar el corazón preolímpico de nuevo. No importa a lo que nos dediquemos en la vida.
Twitter: @susana.moscatel