Como se les dice a los niños que están comenzando a caminar, “¡pasito a pasito, no te vayas a caer!”, y bueno, de repente comienzan a caminar por sí solos. Es increíble, pero todo en la vida tiene algo de esto. ¿Lo creen así? Pues “la disciplina” es un elemento de nuestra formación y me atrevería a decir que debiese ser parte de nuestra cultura también, y todo sería diferente, porque considero que todavía no hemos logrado insertarla en ella, porque es parte de nuestra actitud el ser disciplinados; si esto lo aplicáramos a todo lo que nos rodea, sin lugar a duda todo sería diferente.
Los japoneses por ejemplo, tienen implícitos en su cultura que es milenaria, “el Kaizen”, que nosotros los occidentales lo conocimos a inicios de los años 70’s, pero que quizás no lo comprendimos realmente bien, pues viene acompañado de la metodología “El proceso de la mejora continua Kaizen”, y es mucho más que eso: Kaizen es una forma de mejorar, pero no hacer grandes mejoras como la mayoría de los occidentales queremos, siempre pensando en grande, sino “hacer mejoras pequeñas, pero constantes y abundantes”. Es brinquito a brinquito, para lograr en el tiempo, ahora sí, las grandes mejoras. No importa que se lleve un largo tiempo, veremos así algunos ejemplos de productos japoneses, como el Beta, que 50 años después ahora es una memoria de disco duro flexible; o bien el televisor, que pasó de ser una caja tosca y fea a ser parte de la decoración de la casa como un cuadro; o aquel llamado Walkman que hizo brinquitos pausados, pasando por varios equipos, hasta llegar al teléfono Smart; y no se diga la cámara fotográfica, las grabadoras de voz, las cámaras de video, entre otras tecnologías que están atrapadas hoy en el aparato del teléfono celular, el cual comenzó pareciendo un “Ladrillote”. ¡Increíble! Porque hasta la TV llegó a él.
El Kaizen es una forma de ver y hacer las cosas, pero el chip que hay que cambiar, es pensar en hacer mejoras pequeñas, pero de manera continua.
Entre algunas propuestas: reducir el consumo de la electricidad, del teléfono y de la internet, productividad de la manufactura, reducir el costo fijo, llevar a cero los accidentes laborales, impartir capacitación más efectiva, mejorar el potencial de ventas, utilizar más el marketing asegurando impacto en las ventas, entre tantas cosas más.
Hagan su propio planteamiento, pero recuerden: que no sean grandes objetivos. Cuando apenas sabemos gatear, poco a poco es mejor. La base es: “Shitsuke: disciplina”.