La carretera de Tampico a Victoria está siendo totalmente insuficiente para atender el flujo de vehículos, especialmente de camiones, que transitan por esa vialidad donde todos nos jugamos la vida.
Apenas anochece y la carretera de un carril y medio en cada dirección se convierte en una carretera invadida por camiones que dictan en qué dirección se circula ante la falta de autoridades que pongan orden en el tema vial.
No importa cuál sea el día de la semana; a media tarde y en la noche, la mayoría de los camiones no respeta y obliga a los automovilistas a usar el acotamiento mientras ellos se rebasan unos a otros.
En ese momento sólo queda rezar por que no haya un vehículo detenido en el acotamiento porque equivale a tragedia. Así de grave es la situación.
Las acciones inmediatas tienen que venir de la Guardia Nacional, urge más presencia para atender el tema de la seguridad en las carreteras; que los funcionarios tamaulipecos dejen de pensar que se pueden molestar en México y exijan un mayor número de los elementos cubriendo esa zona.
Las acciones en el mediano plazo pasan por ampliar la carretera a cuatro carriles de Tampico a Victoria y de Victoria a Monterrey para verdaderamente conectar nuestros puertos y sitios más turísticos con una de las principales zonas metropolitanas del país.
Hablamos mucho de la atracción de inversiones y de su relocalización, que significan también un aumento muy importante en el tránsito de personas y mercancías; si nos queremos subir a esa ola tenemos que generar las condiciones de infraestructura que se requieren.
La carretera que hoy se ofrece no es acorde con la importancia que tienen Tampico, Madero y Altamira como zona con múltiples vocaciones productivas, y mucho menos con el beneficio que tendría conectar mejor a Victoria y al sur de Tamaulipas con Nuevo León.
Pero más allá de eso no es lo suficientemente segura como para que las familias tamaulipecas la utilicen.
Se ven algunas patrullas de la Guardia Estatal e incluso esos elementos son testigos de los rebases y riesgos de la carretera, y no pueden hacer absolutamente nada.
¿De qué nos están sirviendo las reuniones y las visitas de los funcionarios federales si ni para eso se levanta la voz? Este es un reclamo social compartido por cualquier ciudadano que haya circulado por esa carretera. Más Guardia Nacional ya.