La consulta popular sirve para ejercer el derecho constitucional en torno a temas de trascendencia nacional vinculados a la participación ciudadana de manera directa.
Ayer fue la segunda consulta nacional después de la hecha para enjuiciar a ex presidentes, para que sus resultados sean vinculantes debe tener la participación de al menos 40% de los ciudadanos inscritos en la lista nominal de electores.
En esa primera consulta, según cifras del INE, la votación total rondó el 7.1%, equivalente a 6 millones 663 mil 208 votos y en Hidalgo solo alcanzaron 233 mil 79 votos, equivalente a 10.3% del padrón.
Hoy la importancia que tuvo esta consulta para los cuatro candidatos a gobernador en Hidalgo fue diversa.
El candidato de Morena, que representa la opción del gobierno federal y su partido, su intención es descubrir la realidad de su voto duro que está en muchas dudas en las empresas encuestadoras que algunos califican arriba de 48% y otros de 40%.
Mientras los partidos opositores, como el PRI, que manejó en forma indirecta su intención de no salir a votar y tiene una estrategia distinta para acercarse a la clase media o que no han ido como voto de castigo contra el gobierno federal.
Y los otros dos partidos MC y el Verde, su intención es evaluar esta consulta para después anunciar o cambiar sus discursos para atraer a quien está inconforme en su decisión de esta consulta.
De los cuatro candidatos ninguno tiene la intención de ejercer una nueva estrategia para conservar o lograr más votación, su evaluación es agregar aún más engaño a la ciudadanía, diciendo que son los únicos ganadores.