Las campañas electorales son procesos proselitistas en las que compiten candidatos y partidos para convencer a los ciudadanos de emitir su voto a su favor el 6 de junio, además, permitir que su representación sea legítima.
Se entiende que las campañas electorales son movilizaciones de masas clientelares donde la formalidad se impone sobre la informal, en las que predomina el convencimiento para asistir y apoyar a los candidatos. Actualmente las campañas usan la tecnología como único medio, excusando su mala estrategia electoral por la pandemia, reduciendo así el tiempo y esperando la respuesta de las redes sociales, aunado a que se han cancelado manifestaciones, mítines y visitas para evitar, según ellos, el contacto con la gente.
Las campañas actuales están lejos de entender a la sociedad. Su proceso es muy lento, invisible para hacer política y atraer a la gente para participar, por ello los resultados de la transformación de las estructuras económica, social y política está en disputa y menos se puede imaginar cómo ejercerán el poder a futuro.
En Hidalgo lo visto hasta la fecha revela el hartazgo de la ciudadanía contra todos los candidatos y todos los partidos, aunque la ciudadanía sabe que es el momento de decidir sobre la continuación del proyecto político que vivimos o generar un cambio a corto plazo de la administración federal que ejecuta el poder.
Por ello, muchos expertos auguran que el abstencionismo será el ganador, aunque el segundo lugar, sea el que sea de las fuerzas de Va X México o Juntos Hacemos Historia, ninguno logrará tener una legitimación legal como próximo representante del pueblo en el Congreso. _
Sarkis Mikel Jeitani