La “Cartilla Moral”, el documento que se ha convertido en el sustento ideológico y moral del presidente Andrés Manuel López Obrador, resulta ser al mismo tiempo un texto –por decir lo menos- ambiguo. Pero en esa ambigüedad, los pensamientos del presidente suelen reflejarse con mayor referencia. Las referencias a principios morales que pretende usar el presidente para su “Constitución Moral” y que se ven expresados en el documento, son el preludio de una embestida más contra el Estado laico y sus principios rectores en el Estado de derecho mexicano.
¿Qué es el bien?, ¿qué es el mal?, ¿qué regula la conducta de los seres humanos?, ¿qué motiva a los mexicanos?, ¿es el espacio de la moral del ser humano objeto de las atribuciones del Estado?, ¿qué aspira modificar el presidente Andrés Manuel, el alma o el cuerpo del ciudadano?, ¿pretende alimentar el alma con principios de gobierno?, ¿qué es el alma y qué el cuerpo según el documento?
El bien. “El bien es una cuestión de amor y de respeto. Es amor y respeto a lo que es bueno para todos y aversión a lo perjudicial. No todo está permitido. Lo excluido es aquello que está mal, que causa mal. El bien es benéfico, y el mal es maléfico”. Según el texto, aquel que hace el bien está lleno de amor pero no así el que hace el mal; sin embargo, el que hace el mal puede corregir su vida. “Por fortuna –dice el texto- el malo por naturaleza es educable en muchos casos y, por decirlo así, aprende a ser bueno”. Quizá este texto explique el por qué el presidente intenta convencer a todos que su política de amnistía y perdón es correcta, porque él cree que el hombre malo puede aprender a ser bueno. Olvida, en todo esta reflexión, que él como presidente de México está obligado a aplicar la ley, más allá de sus propias convicciones éticas, ideológicas o morales.
El alma. Refiere una serie de enunciados para explicar y justificar la imposición de una moral de Estado: “Lo que debe de procurarse es una prudente armonía entre cuerpo y alma. La tarea de la moral consiste en dar a la naturaleza lo suyo sin exceso, y sin perder de vista los ideales dictados por la conciencia”. Así, sin definir qué es el alma, el documento se orienta a la práctica del bien, objeto de la moral. El bien que alimenta al alma porque el bien es amor y el alma no puede ser mala.
Así pues, la práctica del bien debe de ser –invariablemente- una obligación moral.
La Cartilla Moral es una forma de adoctrinamiento moral que pretende hacer el presidente. En un México sin valores, AMLO apunta a establecer una moral para la sociedad mexicana que sea respetada por el mismo mexicano, apuesta que hará de la mano con las religiones, tal como él lo anunció en campaña.
La Cartilla Moral
- Columna de Sara S. Pozos Bravo
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Sara S. Pozos Bravo
Jalisco /