Cultura

La estulticia del poder

  • Columna de Román Munguía Huato
  • La estulticia del poder
  • Román Munguía Huato

Entre los escándalos más recientes del Estado mexicano se encuentra el de la visita de Donald Trump a la invitación de Enrique Peña Nieto. El problema no fue el grave error de la invitación, sino que Peña Nieto no supo defender la dignidad de los mexicanos de aquí y de quienes viven en los Estados Unidos. Dejemos de lado, por el momento, los ya conocidos escándalos por la profunda corrupción en las altas esferas del poder gubernamental; también dejemos al margen, por el momento, todo el cúmulo de comentarios desatados con esta reunión. Una de las consecuencias inmediatas de todo este desmadre político [según una acepción del diccionario, desmadre es la “situación de desbarajuste o desorganización], además de la tendencia en picada de la popularidad presidencial, es la salida de Luis Videgaray y la entrada de José Antonio Meade como titular de la Secretaría de Hacienda. Tal gatopardismo político es parte de la punta de iceberg de una honda crisis del poder gubernamental que se viene arrastrando desde el principio de la administración priista en el Poder Ejecutivo. Los cambios habidos y por haber en el gabinetazo presidencial no resuelven para nada la crisis económica del país ni la crisis de dirección política. Desde luego, tienen razón The Washington Post y The New York Times al vincular la caída Videgaray con la visita del candidato republicano. “No se ofreció ninguna razón para justificar la salida de Luis Videgaray”, consignó el diario The Washington Post. Este periódico resaltó que la salida de Videgaray “se produjo una semana después de que Trump apareció al lado del presidente Enrique Peña Nieto, en una reunión que fue ampliamente vista en México como una vergüenza para el líder del país”. También dejemos de lado, por el momento, el rechazo de la candidata presidencial demócrata Hillary Clinton a la invitación de Peña Nieto para reunirse con él en México. El desaire de esta “halcón” vestida de paloma podría tener consecuencias mayores al actual régimen mexicano de ganar Hillary la presidencia imperial. Como sea, el ridículo presidencial fue mayúsculo. Peña Nieto agredió y “traicionó” al país. Traicionó entrecomillado por la sencilla razón de que como presidente nunca ha representado los intereses de la Nación, y por ende de los mexicanos. Lo que ha traído a la población ha sido malestar, desprecio e ira; burla y odio. En el encuentro Trump–Peña, por así decir, hasta la bandera mexicana es puesta de tapete por Enrique para que pase Donald. De “Peña ajena”. Un flagrante ejemplo más de que arriba, en la cúpula del poder, “No entienden que no entienden” ¡Pero cómo van a entender si ahora la clase política, sus elites tecnoburocráticas ignorantes al estilo de Videgaray, lo único que sabe leer son sus cuentas bancarias!

¿Por qué no ha “renunciado” o ha sido destituido, para el caso es lo mismo, el secretario de Educación Aurelio Nuño Mayer? Los daños que él ha venido causando son peores que los de Videgaray? Nuño Mayer con su Reforma “Educativa” ha generado mayores daños sociales y hasta asesinatos de ciudadanos que defienden la educación pública solidarizándose con la lucha legítima del movimiento magisterial democrático de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación [CNTE], como sucedió con la matanza en Nochixtlán. ¿Por qué no ha renunciado el propio Peña Nieto por inepto y corrupto? Hace días, Miguel Ángel Osorio Chong, secretario de Gobernación, al entregar el cuarto informe presidencial de Peña Nieto dijo que “había que transformar el desencanto”. Se refería al desencanto popular causado por la invitación de Peña Nieto a Trump. Irritación y encabronamiento [válgase tal expresión tan poco elegante y “políticamente incorrecta”] de millones de mexicanos, quienes, ahora está más claro, están de muy mal humor a causa de quien no ha sabido gobernar para beneficio de las mayorías. Osorio Chong declaró que ¡Trump no se dejó sensibilizar! Pero ahora resulta que a este cretino empresario fascista estadunidense se le invitó únicamente para sensibilizarlo y se compadeciera de los pobrecitos mexicanos. Nos preguntamos entonces si en el largo conflicto entre el gobierno de Peña Nieto y la CNTE a esta última le ha faltado capacidad e inteligencia para sensibilizar a Nuño Mayer, a Osorio Chong y a Peña Nieto para que entiendan de una vez que su reforma “educativa” es un verdadero fiasco y su “nuevo” modelo educativo sigue siendo más de lo mismo; es decir, la misma ineptitud de proponer una verdadera política educacional para beneficiar a los niños y jóvenes haciendo avanzar el desarrollo social nacional. Peña Nieto quiso justificar la invitación a Trump diciendo que tal iniciativa obedecía a la necesidad del diálogo ante las profundas “diferencias políticas existentes. De acuerdo, pero, ¿acaso no existen también grandes y profundas diferencias entre el gobierno neoliberal peñista y la CNTE para dialogar nuevamente sin condiciones?

Lo último, acorde a la estulticia del cretinazgo empresarial: en entrevista a El Universal Jorge Vergara, dueño de Grupo Omnilife, “ha propuesto a la clase empresarial «secuestrar la educación» para ofrecer mejor calidad en las aulas y tener una forma diferente de enseñar basada en su modelo Educare”. Su objetivo es “incentivar a los empresarios para que abran colegios con la visión de apoyar la educación y tener un modelo que realmente incentive la conciencia de los jóvenes y los ayude convertirse en líderes a escala mundial”, líderes como Peña Nieto y su gabinete.

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Queda prohibida la reproducción total o parcial del contenido de esta página, mismo que es propiedad de Notivox DIARIO, S.A. DE C.V.; su reproducción no autorizada constituye una infracción y un delito de conformidad con las leyes aplicables.
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