Por un momento pensé: al presidente López Obrador alguien o algunos le están llenando la cabeza de tonterías. Porque no puede ser que todos los días diga alguna nueva gansada, sin tener pruebas, sin fundamento y, sobre todo, sin realmente examinar con seriedad sus afirmaciones.
Ya sabemos, porque lo ha dicho él mismo, que el Presidente llega a las mañaneras sin haberse preparado, sin saber exactamente qué va a decir. Pero al mismo tiempo, es obvio que todos los días trae bajo su brazo la ocurrencia del día, su nuevo tiro contra los malvados conservadores que quieren derrotarlo. Lo cual significa que, entre su círculo estrecho de colaboradores, a los que ve cotidianamente, hay siempre quien busca alimentarlo con nuevas municiones contra ese mundo de conspiradores que se agitan en su mente. De otra manera no se explica tal capacidad de decir tantas barbaridades por minuto.
La última no le costó demasiado. Gracias a una oportuna publicación de un medio, descubrió que fundaciones extranjeras dan financiamiento a organizaciones no gubernamentales en México y que estos recursos del imperialismo yanqui se usan, supuestamente, para combatir su proyecto del tren maya (lo cual, por lo demás, fue desmentido).
Con toda tranquilidad AMLO repitió lo dicho por ese medio, sin verificar mínimamente las graves acusaciones, ni entender (lo que para mí es todavía más inquietante), el papel positivo que muchas de estas fundaciones desempeñan en nuestro país y en el mundo. Porque no se requiere tener un gran intelecto para saber que en nuestro país y en todo el planeta hay centenares de fundaciones que apoyan miles de proyectos de todo tipo; las hay conservadoras y las hay liberales. Curiosamente, todas las que se mencionaron en el caso citado son liberales y apoyan proyectos de corte progresista, en beneficio de comunidades, de libertades y de derechos que de otra manera nadie apoyaría.
Lo cual me lleva a cuestionarme nuevamente: ¿Será que alguien le está llenando la cabeza al Presidente con todas estas tonterías? ¿O será que el Presidente las busca? ¿Pide AMLO que le den armas para combatir a esos enemigos conservadores que él ve por todos lados? ¿O llegan solitos sus allegados a decirle lo que él quiere oír?: Si, mire señor Presidente, (o sí, mira Andrés Manuel), aquí está la prueba de que tus enemigos son financiados por el extranjero. Y el Presidente va y repite al día siguiente lo dicho, sin ninguna prueba, sin haberse tomado la molestia de verificar la información. ¿Porque la realidad no importa? ¿Porque lo que él necesita es únicamente eso, municiones contra el enemigo? Contra ese que se atreve a criticarlo, a dudar de sus buenas intenciones, que cuestiona la eficacia de su gobierno, que duda de las cifras por él ofrecidas, que le señala los errores y fallas en su administración, que se burla de la rifa del avión presidencial.
Todo lo cual me lleva a concluir: el Presidente no actúa solo. Está rodeado de gente que le dice lo que él quiere oír, que lo alimenta en su forma simple de conocer la historia nacional y que le da todos los días nuevas ideas para su cruzada político-religiosa.
