A contracorriente de la indignación, el asombro y la impotencia social que se respira en las redes sociales y la prensa escrita a causa de las pésimas noticias que se dieron a conocer en el transcurso de las últimas horas; se abrió paso mi determinación de aprovechar esta colaboración para compartir esa bocanada de esperanza que experimenté al participar durante la semana pasada como jurado, tanto de la fase finalista del concurso de oratoria “Prisciliano Sánchez” convocado en el marco de las celebraciones por el Bicentenario de Jalisco como del torneo de debate organizado por Mar Adentro A.C.
Siempre ha sido así desde tiempos inmemorables. Solemos olvidar que así fue anunciado en uno de los evangelios que precisamente comienza recordando que: “en el principio existía la Palabra y la Palabra estaba con Dios, y la Palabra era Dios. Ella estaba en el principio con Dios. Todo se hizo por ella y sin ella no se hizo nada de cuanto existe. En ella estaba la vida y la vida era luz para los hombres” (Juan 1:1-4). El altísimo nivel de elocuencia de las y los diez jóvenes finalistas me transportaron en el tiempo hasta los años de mi juventud, tiempo en el que tuve oportunidad de trabar entrañables amistades que ha perdurado a lo largo de los años. Todos ellos admirables exponentes del arte de la oratoria que dieron no pocas satisfacciones a Jalisco durante las innumerables justas de la palabra tanto nacionales como internacionales. Desempolvados por la fuerza de la palabra juvenil, volví a recordar y sentir los valores que nos marcaron como generación y nos hicieron atrevernos a soñar con un futuro mejor para Jalisco y para México.
En estos tiempos marcados por una irracional polarización social cotidianamente alimentada por la animadversión, la necedad y la ocurrencia desde el poder público; francamente resulta esperanzador escuchar las ideas y apreciar las habilidades de jóvenes preparatorianos en las artes de la persuasión razonada, movidos por una firme convicción por construir una lógica argumentación capaz de afirmar, razonar y evidenciar sus posturas a favor y en contra en el debate que suscitan los problemas de nuestra vida asociada de hoy.
