Para Guillermo Zepeda
Registrado en Guadalajara bajo el nombre de Leopoldo Sergio Alberto García Badial Ramírez Corona un 1º de febrero de 1938; a escasos 21 días de cumplir sus 86 años, dejó de existir quien fuera mejor conocido como el doctor Sergio García Ramírez.
El minuto de silencio solicitado el día de ayer en su memoria, y que acompañó al merecido reconocimiento a la fructífera vida de don Sergio, como afectiva y respetuosamente se dirigía a él su alumno más destacado, el doctor Guillermo Raúl Zepeda Lecuona, al comienzo de la presentación de su quinto informe de resultados al frente del Instituto de Justicia Alternativa; constituyó el primero de los muchos homenajes que seguramente recibirá don Sergio.
Convertido así en un sentido y sencillo homenaje, de los muchos que ciertamente recibirá este jalisciense universal -como atinadamente lo refirió ayer el doctor Zepeda Lecuona-; el informe de ayer en torno a los resultados alcanzados en materia de justicia alternativa se vislumbra esperanzadoramente como una de las posibles rutas por transitar para lograr superar los desafíos que cuestionan hoy nuestra vida asociada. No son menores los peligros que se ciernen hoy sobre la patria y que el doctor Sergio García Ramírez nos llegó a advertir en no pocas ocasiones con aquellas palabras e inmejorable retórica, como el siguiente extracto que bien podría reflejar el tiempo que vivimos:
“Lo que pudo ser fulminante ha sido paulatino, pero no por ello menos ominoso. Sigue ondeando nuestra bandera donde debe hacerlo, pero el asta se estremece donde quiera. Muchos encargados de izarla, también donde quiera, vacilan y temen: oyen el canto de las sirenas; truecan la primogenitura por el plato de lentejas. Mexicanos de cuño reciente, de nueva ola, recién llegados a la historia, miran de reojo, con desdén o recelo, la identidad en fuga. Hemos retrocedido, Hay que advertirlo, si queremos remediar o por lo menos detener o moderar la erosión que progresa. (…) y los recursos morales, que son la reserva estratégica del pueblo, enfrentan sitiadores poderosos provistos de aliados obsecuentes.” (Sergio García Ramírez, Maestro Emérito, Presencias, El Colegio de Jalisco).