El día de hoy en punto de las 12 horas fuimos invitados a Palacio de Gobierno con el propósito de escuchar por parte del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro Ramírez, las conclusiones de las diversas mesas de técnicas que se integraron para la revisión del pacto y la política fiscales de Jalisco, así como la ruta de trabajo para el próximo año para avanzar hacia un nuevo modelo de coordinación fiscal.
Con independencia de lo que hoy escucharemos desde la perspectiva de la estrategia general que seguirán los responsables del gobierno del Estado de Jalisco, al menos desde la perspectiva de la colaboración administrativa que fue discutida en la mesa técnica que sesionó en El Colegio de Jalisco, se advierte una luz de esperanza que nos permite vislumbrar un escenario de concertación de voluntades que refleje de mejor manera el espíritu de coordinación de los Convenios que trascienda la práctica que ha imperado en los últimos años en materia fiscal, marcada por una adhesión acrítica de las voluntades locales a la voluntad de las autoridades federales.
Lo anterior supondrá para las relaciones intergubernamentales en materia fiscal, entre otros cambios cualitativos importantes: desde la esfera política, la búsqueda de mayores márgenes de participación y colaboración por parte de las autoridades locales en los actos de fiscalización y recaudación de impuestos, lo cual traería como consecuencia cambios relevantes también en la esfera administrativa, particularmente a través de un intercambio de información más estrecho entre personal de los tres órdenes de gobierno.
Las implicaciones administrativas de esta trascendente aspiración de más autonomía estatal, supondría atender primero a la necesidad de revisar las actuales capacidades institucionales de los gobiernos locales en materia fiscal y eventualmente, avanzar hacia la capacitación y formación profesional del personal destinado a estas tareas por ahora reservadas a la federación.
Visto así, los anuncios que escucharemos con atención el día hoy eventualmente pueden llegar a convertirse en una especie de bienaventuranzas muy propicias para esta época navideña en la los buenos deseos están a flor de piel.
Roberto Arias de la Mora
